El mundo entero mira hoy a Estambul, Turquía, donde las delegaciones de Rusia y Ucrania retoman las negociaciones para un alto al fuego. Se trata de un nuevo encuentro más de dos semanas después de la última negociación. En las primeras horas ya se han producido avances más que significativos.
Mientras Kiev y Moscú tratan de encontrar vías diplomáticas para la resolución del conflicto, la guerra sigue su curso. En las últimas horas, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski ha proclamado la liberación de la ciudad de Irpin, a las afueras de Kiev. Sin embargo, Rusia mantiene el cerco sobre los enclaves sitiados.
La guerra no disminuye de intensidad a pesar de las negociaciones por el alto al fuego. Zelenski no se fía de Putin y pide garantías de que no habrá otra ofensiva rusa si Ucrania mantiene su neutralidad. Por su lado, el presidente ruso ha dado un paso significativo al renunciar a uno de sus grandes objetivos.
Rusia renuncia a la desnazificación
Una de las justificaciones de Vladimir Putin para ordenar la invasión fue el objetivo de la “desnazificación” de Ucrania. Hoy, 33 días después del inicio de la guerra, Rusia ha anunciado su renuncia a este objetivo si Ucrania mantiene su neutralidad. Además, darían luz verde a su entrada en la Unión Europea.
Son informaciones del Financial Times sobre los primeros avances en las negociaciones de hoy en Estambul. Según esta información, la paz en Ucrania estaría más cerca de lo que parece. Las delegaciones estarían estudiando un acuerdo de paz que podría materializarse en los próximos días.
Ucrania está dispuesta a renunciar a su ingreso en la OTAN a cambio de garantías de que Rusia no volverá a atacar. Las delegaciones estarían estudiando ahora el borrador de este acuerdo, que no contiene ninguna referencia a la desnazificación. Rusia renunciaría así a uno de sus objetivos prioritarios.
Kiev pide garantías a Moscú
En el borrador tampoco se habla de desmilitarización de Ucrania ni de protección del idioma ruso. Esto es significativo, porque formaban parte del argumentario ruso que justificaba la invasión del país vecino. A cambio, sin embargo, Moscú quiere garantías de que Kiev no volverá a acercarse a occidente.
Las delegaciones de ambos países se han reencontrado hoy en la Oficina Presidencial del Palacio de Dolmabahçe en Estambul, Turquía. Allí han retomado las negociaciones para encontrar vías diplomáticas de resolución del conflicto. Rusia se ha presentado con una condición para acabar la guerra ya.
Maksym, el joven campeón que ha muerto en la guerra de Ucrania
Si Kiev quiere la paz tendrá que renunciar definitivamente a entrar en la OTAN, aunque podrá entrar en la Unión Europea si lo desea. Ucrania estaría dispuesta a aceptar esta condición si obtiene a cambio garantías de seguridad por parte de Rusia. Luego se podrían negociar cuestiones de segundo orden.
Acabar con la guerra cuanto antes
La nueva oferta de Rusia es leída en buena parte de la comunidad internacional como un signo de debilidad del Kremlin. A medida que pasan los días se va confirmando el error de cálculo de Putin al entrar en Ucrania. Lo que preveían como una operación rápida se está convirtiendo en un infierno para el ejército ruso.
Los rusos se han encontrado con una resistencia feroz de los ucranianos, reforzados por el envío de armas del extranjero. Los ucranianos están atacando sin piedad a los convoyes rusos que trasladan los suministros. Esto está complicando mucho la logística para llevar a cabo las operaciones militares.
El ejército ruso consiguió avanzar con relativa rapidez en las primeras jornadas, pero desde entonces se han estancado. Ante el peligro de que la guerra se convierta en una trinchera mortal, el Kremlin ha puesto en marcha el aparato diplomático. La intención a estas alturas parece clara: acabar con el conflicto cuanto antes.
El nuevo mapa de Ucrania
La intención inicial de Putin era forzar la rendición del ejército ucraniano y hacer caer el gobierno de Zelenski en unos pocos días. La resistencia ucraniana cogió a contrapié a los rusos, cuyo único avance significativo se ha producido en el sur. Su esfuerzo bélico se centra en dominar la salida al mar Negro.
La salida al Mar Negro se complica ya que Odesa está resistiendo, pero es previsible que Mariupol, capital del mar de Azov, caiga en unos días. Esto dibujaría un panorama ideal para las negociaciones. Si Rusia consigue el Mar de Azov, que une Crimea con el Donbass, podría renundiar al Mar Negro.
Ucrania conservaría así una salida al mar y se avendría a negociar la autonomía rusa del Donbass, probablemente en el marco de un sistema federal. Estas serán las cuestiones que tendrán que tratarse una vez acordada la paz. Lo que está claro es que los planes han cambiado, y mucho, para Moscú.