El rey emérito Juan Carlos podría abandonar España muy pronto. Así lo avanzan fuentes muy cercanas que aseguran que estaría dispuesto a dejar el palacio de la Zarzuela, donde reside desde hace 58 años, para no convertirse en un obstáculo para el reinado de su hijo Felipe tras el escándalo sobre el origen de su fortuna en una cuenta opaca en Suiza.
Sus allegados aseguran que tras los intentos del Gobierno de forzar su salida de palacio, Don Juan Carlos se está planteando seriamente abandonar la Zarzuela, y quizás España, como un último servicio a su país y a la institución que representa.
La versión que llega del emérito es que ya ha hablado con su hijo y le ha trasladado su decisión que pasaría no sólo por irse de la residencia real sino también por trasladarse temporalmente fuera de España. Un traslado temporal al extranjero, sin perjuicio de rendir cuentas ante la justicia cuando sea necesario, es la fórmula más aceptada hasta ahora.
Así lo acordaron algunos asesores de Felipe VI y miembros del Gobierno, como la mejor opción para que se visualice que hay una distancia entre el padre, salpicado por casos de corrupción, y el hijo, al mando de la institución en uno de sus peores momentos.
Algunos amigos de Juan Carlos señalan la trascendencia histórica que tendría su abandono de España en un momento en el que una parte del Gobierno, liderada por Pablo Iglesias, alientan el republicanismo. Este grupo de amigos ve difícil que Juan Carlos abandone España y creen que podría trasladarse a una vivienda de alquiler en una zona residencial de Madrid.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha querido mandar un mensaje de tranquilidad en las últimas horas: «El PSOE ha sido uno de los principales arquitectos de nuestra Constitución, nosotros defendemos ese pacto constitucional, defendemos la monarquía parlamentaria y, desde luego, no van a encontrar ni al partido socialista ni a mi persona ninguna intencionalidad de socavar ni la confianza de las instituciones ni debilitar el pacto constitucional».
Sánchez habla de mantener la monarquía parlamentaria, aunque reconoce que el escándalo que rodea a Juan Carlos I es perturbador. Por eso pide a Felipe VI que de un paso más allá y no se quede sólo en el repudio y el rechazo de la asignación anual del emérito.
Al mismo tiempo promete apoyar todo lo que haga la Casa Real para favorecer la fortaleza de la institución y su estabilidad. También ha desvelado que se encuentran en conversaciones con Zarzuela, y que no sólo hablan de la forma de apartar a Don Juan Carlos sinó del tratamiento que habrá que darle al retirarle el título de Rey.
Una carta a los españoles
Esto implicaría un nuevo real decreto que modifique el del 13 de junio de 2014 que tras la abdicación estableció: «Don Juan Carlos de Borbón, padre del rey Don Felipe VI, continuará vitaliciamente en el uso con carácter honorífico del título de Rey, con tratamiento de Majestad y honores análogos a los establecidos para el Heredero de la Corona».
Según fuentes cercanas, Juan Carlos habría aceptado lo planteado por Zarzuela y Moncloa, y muestra su disposición a anunciar el traslado mediante una carta dirigida a los españoles tras el largo silencio que mantiene desde el 15 de marzo, cuando la Casa Real admitió el escándalo del dinero oculto en el exterior y anunció el repudio de Felipe VI hacia la conducta de su padre.
Ante la creciente presión del Gobierno, el desenlace estaría muy cerca. Moncloa ha pedido a la Casa Real que aparten al monarca antes de la negociación presupuestaria por considerar que el escándalo es un obstáculo con sus socios de investidura.