España ha iniciado la desescalada. Ante el descenso de los contagios de la tercera ola, las comunidades con mejor situación epidemiológica optan por empezar a relajar las restricciones. Algo que se ve como un peligro desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), que pide prudencia a la hora de avanzar hacia la reapertura.
Hoy mismo, su responsable de emergencias, Catherine Smallwood, ha advertido a España que si bien se ha producido una «relativa disminución» de los casos, sigue existiendo una transmisión del virus «muy alta» que exige prudencia.
Por eso considera que una reapertura «demasiado rápida» podría provocar una propagación más fuerte del coronavirus, y apuesta por levantar las restricciones de forma gradual «cuando existan datos epidemiológicos claros». Hasta entonces, es partidaria de mantener las medidas mientras se acelera el ritmo de vacunación.
La experta de la OMS ha señalado que la estrategia de contención del virus sigue siendo prioritaria, ya que «reducir la transmisión facilitará la vacunación». Por eso ha pedido a todos los países europeos que eviten una «reapertura apresurada» y esperen a que baje la incidencia de los casos, que todavía es «demasiado elevada».
En una línea similar se ha manifestado, en las últimas horas, el responsable de la OMS en Europa, Hans Kluge, que considera que la reapertura tiene que ser gradual. Su preocupación gira entorno a las nuevas variantes de coronavirus, que «aunque su transmisión aún no está extendida por Europa, son motivo de preocupación y hay que controlarlas».
La OMS ha señalado que el número de infecciones en Europa sigue disminuyendo a pesar de que aún existe un elevado riesgo de transmisión. Por eso sus mandatarios han pedido no relajar las medidas. Según Han Kluge, «ahora mismo la inmensa mayoría de los países europeos continúan siendo vulnerables».
En sus declaraciones también ha pedido no bajar la guardia ahora que se ha puesto en marcha la campaña de vacunación. Kluge pide acelerar la vacunación y mantener las restricciones para evitar contagios. Además, ha dicho que es necesario «reforzar el sistema sanitario» para un mejor rastreo y aislamiento de los contagios, en una estrategia a largo plazo.
Hans Kluge ha advertido a los países que «repensar el constante cierre y reapertura» y para ello es necesario una estrategia integral a largo plazo. Una estrategia que permita salir pronto de la pandemia junto a la gran esperanza que suponen las vacunas. «Esperamos que nos permita superar las subidas y bajadas constantes de la curva de contagios».
Preocupación por las variantes
La OMS ha constatado la cuarta semana de descenso de los contagios en Europa, pero ha llamado la atención sobre la propagación comunitaria de las variantes del virus. En especial la sudafricana, que ya se encuentra en 19 países. En España solo se ha detectado un caso de la cepa sudafricana, aunque la británica se encuentra ya bastante extendida.
Estas cepas suponen un nuevo desafío para la comunidad científica y las autoridades sanitarias en plena batalla para vacunar cuanto antes a la mayoría de la población. Eso lleva a los responsables de la OMS a advertir sobre una estrategia precipitada en el levantamiento de las restricciones.
«Este virus se beneficiará de cualquier oportunidad que le demos para transmitirse, y lo hará más rápido de lo que creemos. El contagio subirá muy rápido y bajará de forma más lenta. Cada vez que relajamos una restricción, que abrimos una parte de la sociedad, cambia el equilibrio a favor del virus», ha dicho Hans Kluge.
Por su lado, Catherine Smallwood ha recordado que «después de las vacaciones de verano se han visto los riesgos que supone relajar demasiado rápido las medidas, ya que se produjo un resurgimiento de los casos en otoño porque hubo una cierta sensación de seguridad».