Tras no conseguir el objetivo de liderar el bloque progresista en la Comunidad de Madrid e impedir un nuevo gobierno de Isabel Díaz Ayuso, la misma noche electoral del martes, Pablo Iglesias anunciaba públicamente su dimisión y el abandono definitivo de la política activa. Fue, sin duda, la repercusión más contundente tras las elecciones del 4 de mayo en Madrid, que ganó con comodidad el PP de Ayuso, con 65 escaños, que no va a tener problemas para repetir gobierno gracias al apoyo ya anunciado de los 13 escaños que obtuvo Vox. La izquierda quedó lejos de sumar, con 24 diputados para Más Madrid, otros 24 para el PSOE y 10 para Unidas Podemos.
Ante un escenario que le situaba como líder parlamentario de la quinta fuerza en la Asamblea, relegado al último lugar de la oposición, Iglesias decidió decir 'basta' y poner el punto y final a su carrera política, iniciada en 2014 cuando Podemos irrumpió en el Parlamento Europeo. Que Iglesias abandonaría la secretaría general de Podemos y no sería ya el próximo candidato de su espacio a la presidencia del Gobierno era algo que el propio Iglesias había anunciado el 15 de marzo, cuando hizo pública su dimisión como vicepresidente segundo del Ejecutivo para irse a Madrid.
A Yolanda Díaz se le estrecha el camino para liderar Podemos
Lo que no se sabía, y se precipitó el martes por la noche, era que el relevo en Podemos iba a ser inminente: la dimisión irrevocable de Pablo Iglesias activa los mecanismos para sustituirle de forma más inmediata de lo que se creía. Ya en su anuncio de dimisión de marzo, Iglesias señalaba como relevo a la actual vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Iglesias pensaba en ella como candidata de Unidas Podemos a la presidencia del Gobierno, pero también como posible secretaria general del partido. Con el paso de las semanas, y más aún con la dimisión 'exprés' de Iglesias, esta última opción parece desvanecerse.
Yolanda Díaz no se ha mojado explícitamente, todavía, sobre si acepta el encargo de Pablo Iglesias. Díaz ha dicho públicamente que quiere centrarse en su tarea de gobierno y no distraerse en batallas de partido. Pero las circunstancias, ahora, pueden llevarla a tener que tomar decisiones mucho antes de lo que esperaba, y no en un plazo de meses, como se preveía. Si bien parece muy probable que Díaz sea la cabeza de cartel del espacio de Unidas Podemos en las próximas elecciones generales, pierde peso la opción de que la vicepresidenta sea quien ocupe la secretaría general de Podemos.
Díaz es militante únicamente de una formación: el Partido Comunista de España. Con un margen de meses, podría haber ido forjando un proyecto y hacerse militante directamente de Podemos, pero ahora los tiempos se han acortado: el congreso para sustituir a Iglesias va a celebrarse, con toda probabilidad, antes del verano. Las dificultades para articular un equipo y un proyecto con el que liderar Podemos de forma efectiva estrechan las opciones de ver a Yolanda Díaz al frente del partido, de forma que si finalmente se convirtiera en candidata a la presidencia del Gobierno, sería de perfil independiente, sin poder alguno en la ejecutiva de Podemos, que al final es la formación de más envergadura entre las que apoyan la candidatura.
Ione Belarra, ¿posible relevo de Pablo Iglesias en el partido?
Pero entonces, ¿quién ocuparía el liderazgo de Podemos? Aunque se ha hablado de la ministra de Igualdad, Irene Montero; y de la diputada en la Asamblea de Madrid, Isa Serra; todas las voces apuntan ahora a otra mujer: la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra. La política navarra ya habría decidido postularse para el cargo, según informa 'Infolibre'. Sus buenas relaciones personales con Pablo Iglesias e Irene Montero podrían favorecer un relevo amistoso y progresivo, y garantizarían al partido una línea continuista, con un nuevo liderazgo joven y femenino. Belarra, pues, gana puntos para ocupar la secretaría general de Podemos en las próximas semanas.
Nacida en Pamplona en 1987, Belarra asumió el ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 hace poco más de un mes, el 31 de marzo. Compañera universitaria de Irene Montero y amiga personal de la ministra de Igualdad desde entonces, Belarra, que es licenciada en Psicología, ha trabajado durante años en ámbitos relacionados con los derechos humanos, la educación y los flujos migratorios. Forma parte de los órganos de dirección de Podemos desde 2014 y es diputada en el Congreso desde las elecciones generales de 2015.
Con la puesta en marcha del Gobierno de coalición, fue nombrada mano derecha de Pablo Iglesias, ocupando la secretaría de Estado para la Agenda 2030. Con la dimisión de Iglesias, fue su sustituta al frente del ministerio. Ahora, su nombre suena con fuerza como nueva líder de Podemos.