En el debate de investidura de ayer día 30 de agosto, quedó claro que Mariano Rajoy no va muy sobrado en matemáticas. Las sumas no le cuadran, ni las necesarias para ser investido presidente —tiene 170 escaños asegurados pero necesita seis mas— ni las de gasto público. El presidente en funciones aseguró que de cada 100 euros invertidos en gasto público, 63 de ellos se destinan a gasto social, 26 a pensiones, 14 a sanidad, 9 a educación, 8 a otros gastos y otros 6 a prestaciones de desempleo. Hasta aquí todo bien, pero entonces, si te paras a pensar, la suma de todos esos números da un resultado de 126 euros. Seguramente un error más de Rajoy, que dispone de un amplio repertorio de ellos.