Rafael Bengoa, experto en salud pública, alerta del riesgo de subestimar la variante británica, cada día más presente en España y opina en una entrevista para 'El Independiente' que «no deberíamos hacerlo, como hicimos al comienzo de la pandemia». «Sería recomendable un modelo de mando único, aunque no serviría de nada si no se refuerza la infraestructura científica de asesoría de ese mando», confiesa.
Asimismo, el experto español apunta que en países asiáticos y algunos europeos la estrategia para derrotar al virus ha sido muy diferente a la española: restricciones más duras y actuaciones conjuntas. «Aquí, en cambio, con altos niveles de contagio, nuevas variantes del virus y una baja velocidad de vacunación hemos optado por abrir bares».
El error de rechazar el confinamiento antes de Navidad
Bengoa pone sobre la mesa que no se reforzaron las medidas impuestas a finales de otoño. «A comienzos de diciembre tuvimos que haber aplicado un confinamiento severo, cuando comenzó el desarrollo exponencial de la tercera ola. Ahora se opta por convivir con el virus y un poco de economía. A largo plazo no es una estrategia sostenible. Es mejor seguir siendo estrictos con las medidas que ya tenemos y quizá flexibilizar algo en colegios y guarderías. Habrá que evaluar la situación en dos semanas. Si sigue creciendo la variante inglesa se tendría que tomar la decisión de subir un peldaño hacia un confinamiento domiciliario corto y muy duro. La variante inglesa como está sucediendo en Inglaterra y Dinamarca».
Preguntado por un tema sensible como el de la hostelería, Bengoa considera que «España es el único país que está desescalando la restauración con un nivel de contagios como el que tenemos. En Alemania, toman la decisión de endurecer las restricciones, incluida la restauración. Lo hacen con una incidencia acumulada de 173 casos, no los casi 600 que tenemos aquí. Hay más ejemplos. En Australia están cerrando ciudades con un solo contagio. En España existe la idea de convivir con el virus, es el modelo que estamos siguiendo. Si decides que la estrategia sea esa, por lo menos debes encontrar el equilibrio y aprender de lo que hicimos mal en la primera y segunda oleada».
«Es verdad que bajará la mortalidad porque hemos vacunado a las personas mayores, pero eso no quiere decir que el grado de infecciones deje de ser enorme. En esta situación, con muchas infecciones y con presencia de nuevas variantes del virus, decidir abrir bares y restaurantes es estar buscando repetir una ola», recalca.
Sobre la gestión de la pandemia
Acerca de las causas de la gestión de la pandemia, el experto opina que «no se ha querido poner en marcha lo que reclamamos en junio. Se ha decidido que se hará más adelante, quizá dentro de un año. Entonces no tendrá impacto sobre estas olas sino sobre la preparación de futuras olas, pero no sobre lo que pueda ocurrir en 2021. La OMS ha sido más valiente que la mayoría de los países. Están siendo duros en esa evaluación interna, pero les permitirá salir reforzados. En cambio, los países que no lo hagan corren el riesgo de continuar con la misma vulnerabilidad para hacer frente a futuras pandemias».
Sobre la variante inglesa, Bengoa confiesa que es una gran amenaza para todos los países y «más aún si ocurre en un país que se vacuna despacio. Eso da aire a la creación de variantes o a la diseminación de variantes que ya estén aquí. En países como Dinamarca, el 70% ya es variante inglesa, en Inglaterra también fue muy rápido. No hay que subestimar a la variante inglesa. En marzo subestimamos al virus y ahora tenemos el peligro de hacerlo con la variante inglesa que ya está entre nosotros», señala.
¿Hasta cuándo llegara la tercera ola?
Cuestionado acerca de hasta qué punto llegará la oleada en la que nos encontramos, Bengoa considera que «con las restricciones se podrá ir soltando algo de lastre cuando se vea que la mortalidad baja. Ese momento se alcanzará cuando las vacunas hagan efecto entre las personas más vulnerables, los mayores que están en residencias. En Israel sabemos que los casos entre los mayores de 60 años que viven en residencias han bajado mucho más rápido que los que no están en residencias», expone.
Para concluir, Bengoa pone en valor que «la vacunación está funcionando muy bien. Es evidente que hay que vacunar con mucha más energía. Depende de la disponibilidad, sí, pero en salud pública solemos decir que una cosa es descubrir la vacuna y otra montar el proceso de vacunación. Lo primero depende de la ciencia, pero lo segundo de los gobiernos y la Unión Europea y los procesos de vacunación no están a la altura», finaliza el experto en salud pública.
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