Vladimir Putin está desaparecido. Desde que comenzara la guerra apenas se le ha visto. Todo lo contrario a Volodímir Zelenski, su homólogo de Ucrania, que aparece a diario en vídeos que se graba él mismo.
La última aparición pública fue la semana pasada y desde el Kremlin tampoco aportan datos de su paradero. Se sabe que lidera el enfrentamiento contra el país vecino, pero poco más. Todo esto ha provocado que empezarán a surgir rumores sobre su estado de salud.
Durante los últimos meses ya se había especulado con que Putin no estuviera del todo bien. Podría estar siendo víctima de los habituales achaques propios de la edad. El pasado mes de febrero, el politólogo y exjefe del Departamento de Relaciones Públicas del Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú dejó entrever algo.
Valery Solovey aseguró que el presidente ruso tenía cáncer y los síntomas de la enfermedad de Parkinson. En la misma línea se pronunció hace unos días el almirante retirado de la Royal Navy británica, Chris Parry. Contó que podría estar enfrentándose a un cáncer.
Sospechan que decidió atacar ahora a Ucrania por algún motivo concreto. "Creo que su sistema inmunológico podría estar deprimido, así que es un hombre que tiene prisa", añadía el almirante. Eso explicaría la necesidad de actuar con inmediatez, sin aguardar a la negociación.
La especialista británico-estadounidense en asuntos exteriores Fiona Hill también quiso dar su opinión en redes sociales. "No se le ve tan bien, ha estado bastante hinchado. Sabemos que se ha quejado de tener problemas en la espalda", añadía.
De momento nadie ha confirmado estas teorías ni tampoco habrá un pronunciamiento por parte del Kremlin. Entienden que no es lo más conveniente en estos instantes, ya que realizar cualquier tipo de declaración en este sentido les debilitaría. Prefieren guardar silencio y no dar pistas al enemigo.
En el caso de que Putin no presente ningún problema de salud, es posible que su ausencia sea motivada por otra cuestión. Lo más probable es que permanezca escondido. Se sabe que cuenta con un lujoso búnker subterráneo en Siberia.
Se trata de una especia de "ciudad subterránea", que dispone de la más alta tecnología y que estaría preparada para soportar una guerra nuclear. Valery Solovey desveló que el líder ruso ya había traslado a esa instalación a toda su familia la semana pasada.
Su paradero, en cualquier caso, es toda una incógnita. No hay que pasar por alto que dispone de hasta ocho residencias oficiales.
En las últimas horas, el Kremlin difundió una imagen de él en una reunión con su primer ministro y los miembros de su gobierno. Aparecía sentado frente a una pantalla. Posiblemente trataban de atajar así los rumores que surgieron respecto a una posible enfermedad.
Pero en esta batalla cada uno intenta jugar con sus armas. No sería descabellado que se trataran de unas fotografías de hace tiempo para despistar.
Putin y brazo derecho al caminar
Desde que Putin llegó la presidencia de Rusia en 2012 se han analizado cada de uno de sus movimientos en este tiempo. Y hay algo que llama mucho la atención, que es la oscilación asimétrica de sus brazos.
El derecho apenas lo mueve, permanece pegado a él. Se pensó en un primer momento que podría tratarse de una enfermedad o de una molestia física. Pero un grupo de científicos lo ha descartado.
Al parecer, los agentes de la KGB recibieron "instrucciones de mantener su arma en la mano derecha y avanzar con un lado. Generalmente el izquierdo, presumiblemente permitiendo a los sujetos sacar el arma lo más rápido posible" ante un ataque.
Putin fue instruido en la agencia de inteligencia para defenderse en caso de ataque. De ahí que apenas mueva el brazo derecho, ya que en ese lado lleva el arma y le resultaría más rápido desenfundarla.