El caso Madeleine McCann está a punto de llegar a su fin. La fiscalía alemana lo tiene todo listo para llevar ante la justicia al hombre que presuntamente secuestró y mató a la niña de 3 años el 3 de mayo de 2007 en el Algarve (Portugal). Ahora sale a la luz la prueba que podría marcar un antes y un después en el caso.
Durante 14 años, la investigación no ha hecho más que dar tumbos sin llegar a un destino claro. Pero la cosa cambió el año pasado, cuando los fiscales alemanes señalaron a un delincuente común. Se trata de Christian Brueckner, un hombre de 43 años con antecedentes por abusos sexuales a niños.
Christian estaba en el mismo lugar y en el mismo momento de la desaparición de la niña. Pero la fiscalía quiere recabar todos los indicios posibles para asegurar la condena del sospechoso. En particular, cuentan con una prueba que lograría acorralarle en el juicio.
El siguiente paso será llamar a declarar al sospechoso, que ahora mismo se encuentra cumpliendo condena por una violación. Será antes de que finalice 2021, según ha avanzado la fiscalía. Prevén que el juicio y la sentencia tengan lugar a lo largo del año que viene.
La prueba que incrimina a Brueckner
Según el fiscal general, Hans Christian Wolters, hay una prueba que incrimina directamente a Christian Brueckner. Se trata de una señal telefónica que situaría al sospechoso en el Ocean Club, el resort donde se alojaba la familia McCann aquellos días de mayo del 2007.
Además, existe la declaración de un amigo de Brueckner al que habría confesado el crimen. Wolters considera que son pruebas de peso, y esperan con ello arrancar una confesión al presunto autor del crimen. Pero aún no está todo hecho, y los fiscales temen que una buena defensa logre la absolución del acusado.
La pregunta, de hecho, es: ¿Por qué aún no han acusado formalmente a Christian Brueckner sin tan claro lo tienen? La respuesta es clara. La fiscalía alemana sabe que por ahora solo tiene pruebas circunstanciales, no científicas, y eso juega en su contra.
Aunque el análisis telefónico y la confesión del amigo son pruebas de peso, la defensa podría rebatirlas ante un tribunal. Ese es el motivo por el cual la fiscalía se lo toma con calma. Aprovechando que Brueckner está en la cárcel y no supone un peligro para la sociedad, quieren tomarse su tiempo.
100% convencidos
“No tenemos presión”, asegura el fiscal Wolters, “no se trata solo de acusarlo, queremos hacerlo con la mejor calidad de evidencias posibles”. Reconoce que “aún tenemos preguntas”, y que “sería una tontería acusarle ahora en lugar de tener las respuestas”. Espera así poder “fortalecer nuestra posición”.
De una sola cosa están 100% convencidos, y es de la culpabilidad de Christian Brueckner. “Tenemos al hombre que secuestró y mató a Madeleine McCann”, informó esta semana el fiscal alemán. Su departamento ha confirmado que la niña está muerta, “porque no puede ser de otra manera”.
También han pedido paciencia a los padres de la niña, Kate y Gerry McCann. Ambos han pasado por un verdadero calvario durante estos 14 años, y de hecho, al principio también fueron acusados de la muerte de la pequeña. “Personalmente, creo que se llegará a una conclusión el año que viene”, les ha dicho Wolters.
Un caso sin resolver
Hasta que un tribunal no diga lo contrario, la desaparición de Madeleine McCann sigue siendo un caso sin resolver. Tenía 3 años cuando desapareció, la noche del 3 de mayo de 2007. Estaba de vacaciones en El Algarve con sus padres y sus dos hermanos, cuando alguien se la llevó mientras dormía en el apartamento.
Primero sospecharon de los padres, con la hipótesis de que Madeleine había muerto en un accidente doméstico y habían escondido el cadáver. Pero a falta de pruebas el caso quedó archivado, y no volvió a abrirse hasta que apareció el nombre de Christian Brueckner. El alemán cumple condena por violar a una mujer en El Algarve en 2005.