Devi Sridhar, profesora y presidenta de la Unidad de Salud Pública Global de la Universidad de Edimburgo, ya tenía muy claro en 2018 que nuestro futuro auguraba una catastrófica pandemia.
«La mayor amenaza para la población británica es que un animal contagie a un granjero chino, el granjero infecte luego a su comunidad local, y el virus coja un avión al Reino Unido» señaló la profesora en una charla sobre gestión sanitaria mundial que impartió en junio de ese año.
Durante la conferencia en el 'Hay Festival', Devi Sridhar quiso resaltar la falta de cooperación internacional para luchar contra pandemias como las que estamos viviendo actualmente a raíz del coronavirus.
«Estamos todo el día escuchando 'América primero, Inglaterra primero, Rusia primero, India primero, China primero'… ¿Por qué no colaborar? Los desafíos sanitarios están interconectados. Si quieres resolver problemas como las pandemias, no lo puedes hacer por ti mismo» señaló la profesora en una charla junto a Chelsea Clinton.
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Posibles escenarios de futuro
Devi Sridhar se ha convertido en una de las expertas anglosajonas más consultadas sobre el Covid-19. Sus conocimientos en la gestión sanitaria mundial la han llevado a convertirse en uno de los rostros más visibles de las críticas hacia el Gobierno británico por su gestión del coronavirus.
Recientemente la profesora escribió sobre los posibles escenarios de futuro en la gestión del virus. De los cuatro escenarios que plantea solo uno de ellos se presenta como el más deseable aunque también el más improbable.
El primer escenario posible es el de Corea del Sur, que desde el inicio de la gestión frenó el virus con test masivos para detectar infectados, rastreo de contactos y aislamientos.
El segundo sería el de tratar el coronavirus con antivirales que frenen el empeoramiento de la enfermedad, mientras que el tercero plantea un escenario de atrincheramiento.
A través de confinamientos parciales durante más de un año se intentaría controlar la curva hasta que llegue la vacuna.
Sin embargo, este tercer escenario está lejos de ser el ideal porque «los hospitales seguirían bajo presión y los costes sociales y económicos del confinamiento serán demasiado altos» señalaba la profesora.
El cuarto escenario, el neozelandés, sería la alternativa de futuro más deseable para la profesora, pero su probabilidad es casi nula debido a que «el virus ya se ha propagado con agresividad y algunos países son reacios a colaborar con otros» escribió la profesora.
Cierre de fronteras y cooperación
El escenario neozelandés requeriría la cooperación de todos los gobiernos mundiales, cerrando las fronteras e iniciando una campaña radical de identificación de los portadores del virus.
La profesora considera que este escenario basado en las políticas de Nueva Zelanda ante el coronavirus debería ser extendido al resto de países, puesto que el país está en una «envidiable posición de tener menos de 20 muertos» señalaba la especialista.
Según escribió en un artículo 'The Guardian', Nueva Zelanda frenó el virus «con medidas tempranas de distanciamiento social, control fronterizo, y una agresiva política de test y aislamientos, pudiendo aliviar los confinamientos y reactivar sus economías, mientras mantienen un número bajo de muertos».
Cuando solo llevaba seis contagiados por Covid-19, Nueva Zelanda decretó el aislamiento de todos los viajeros que llegaban al país. Nueve días después, cerró las fronteras y aplicó políticas de test, rastreo y aislamiento.
Para Sridhar, la diferencia entre la actuación de Nueva Zelanda y los países europeos radica en que el primero intentó erradicar el virus y los segundos buscaron frenar la curva de contagio.
«Es mejor triturar la curva que aplanarla... Los otros países, al dejar que el virus se expanda lentamente sobre sus poblaciones, aplanando la curva en lugar de atajar la propagación del virus, están jugando con la vida de la gente» escribía la profesora en el artículo.
La profesora augura el peor de los escenarios para los países que optaron por aplanar la curva y no aplicaron las políticas de Nueva Zelanda.
«Quedarán atrapados en bucles de confinamiento/liberación/confinamiento que destruirán sus economías y generarán levantamientos sociales, además de incrementar el número de muertos relacionados o no con el Covid-19» concluyó la profesora en 'The Guardian',