La Audiencia de Huesca ha condenado con el máximo castigo posible a Iván Pardo, el asesino confeso de la pequeña Naiara. El tío y autor de la muerte de la niña de 8 años se ha convertido en la primera persona condenada en Aragón a prisión permanente revisable, según adelanta el 'Heraldo de Aragón'.
Junto a esta condena al autor material de los hechos, el tribunal ha condenado a dos años de cárcel a su hermano y su madre (padrastro y abuelastra de Naiara), que podría evitar su paso por prisión. Pardo tendrá que indemnizar con 120.000 euros a la madre la niña y con 30.000 euros al padre biológico.
El juicio quedó visto para sentencia el pasado 24 de setiembre. Fue entonces cuando los 9 miembros del jurado consideraron que era culpable de haber matado a su sobrina de 8 años. No tuvieron ninguna duda en dar por confirmado que la estuvo torturando durante horas antes de provocarle la muerte en su domicilio de Sabiñánigo aquel 6 de julio de 2017.
El jurado aprobó por unanimidad que los golpes que Iván Pardo golpeó repetidamente a la niña en la cabeza con voluntad de matar y que por tanto la causa de la muerte fue el grave traumatismo craneoencefálico que sufrió Naiara por culpa de una brutal paliza. Dieron credibilidad a la postura de las acusaciones que habla de un plan claramente premeditado.
También se dio por probado que actuó con alevosía y ensañamiento y que era plenamente consciente de lo que hacía. Las acusaciones recordaron a lo largo del juicio el gran «dolor» que sufrió la niña debido a las 56 lesiones que se encontraron en su cuerpo. Además, se insistió en el hecho que tardó más de 3 horas y media, desde que la niña quedó inconsciente, en pedir ayuda al teléfono de emergencias 112.
Todo ello, sumado a que la víctima era menor de 16 años, se ha considerado suficiente para condenar a Iván Pardo a la máxima pena posible. Se desoyeron los intentos de la defensa de presentar a Pardo como «un torturador, pero no ante un asesino», que intentó salvar a la niña y que «si hubiera querido acabar con la vida de la niña, lo hubiera hecho en cinco minutos».