Imatge d'un investigador en un laboratori, observant mostres per un microscopi

Las primeras vacunas contra el coronavirus dejan terribles efectos secundarios

Los voluntarios vacunados por la compañía Moderna Terapeutics han sufrido fiebre alta y desmayos

Actualmente, hasta 200 investigaciones trabajan para desarrollar una vacuna contra el covid, estando cuatro de ellas en una fase más avanzada que las demás. Entre las vacunas más destacadas, hay que reseñar la desarrollada por el Centro de Investigación de Vacunas de Estados Unidos y la compañía Moderna, con sede en Cambridge (Massachusetts). 

La vacuna de Moderna Terapeutics ya ha sido probada en varios ensayos con personas voluntarias, que han sufrido algunos de los primeros efectos secundarios. Los más destacados son los desmayos y la fiebre alta. 

Ian Haydon, es un joven de 29 años de Seattle que se ha presentado voluntario para probar la vacuna contra el covid-19. Su experiencia en este ensayo inaugural ha sido recogida por el diario médico STAT.  

Un científico trabajando en un laboratorio para encontrar la vacuna del Coronavirus
Hasta 200 proyectos científicos en todo el mundo tratan de dar con la vacuna contra el coronavirus | España Diario

Haydon tuvo fiebre por encima de los 39'5 grados doce horas después de recibir la segunda dosis de la vacuna. El joven acudió al servicio de urgencias, donde fue atendido. Pero Haydon, nada más llegar a casa cayó desmayado.  

La sorprendente experiencia de Ian Haydon con la vacuna de Moderna

«Entiendo que compartir mi historia va a ser aterrador para algunas personas. Espero que no genere ningún tipo de antagonismo hacia las vacunas en general o incluso hacia esta vacuna», ha confesado en una entrevista con la ‘CNN’ antes de contar que busca dar a conocer su experiencia para que «contrarreste la desesperación que algunas personas sienten por lanzar una vacuna al mercado, independientemente de las consecuencias». 

El joven de Seattle finaliza su relato a la cadena de noticias con esta conclusión: «Hay que encontrar una dosis que haga que el cuerpo produzca anticuerpos, pero que no provoque demasiados efectos secundarios», sentencia.