Albert Bourla, director ejecutivo de Pfizer, ha concedido una entrevista al programa Face the Nation de CBS donde daba una mala noticia. El pasado domingo 13 de marzo, todos los vacunados con la fórmula de esta farmacéutica estadounidense se quedaban perplejos y desolados.
Tal y como comentó Bourla, la pandemia del coronavirus ha puesto en jaque a todas las vacunas y, como consecuencia, Pfizer ha tomado una decisión. Una determinación que afecta a millones de personas y que no ha sido bien recibida.
El presidente de Pfizer da una mala noticia
Cuando la mayoría de los países comienzan a relajar sus medidas de protección frente al virus, Albert Bourla frena toda esperanza a la vieja normalidad. La situación epidemiológica todavía no es del todo buena y no es recomendable bajar la guardia.
Más aún teniendo en cuenta la capacidad que tiene el virus de mutar a variantes mucho más contagiosas. En este sentido, el presidente de Pfizer se ha pronunciado alertando a la población de lo que está por venir.
"Vienen muchas variantes", ha comenzado explicando. "Ómicron fue la primera en evadir de forma habilidosa la protección que la vacuna está dando", ha añadido. Bourla pone de manifiesto que las vacunas no han evitado los contagios, pero sí que ha resaltado la capacidad de evitar una enfermedad grave.
La llegada de Ómicron puso en jaque a todas las fórmulas y fue necesario la administración de una tercera dosis de refuerzo. Esto consiguió rebajar considerablemente el número de ingresos de las personas vacunadas así como los fallecimientos.
Con todos los datos recabados tras la llegada de la última variante del coronavirus, los investigadores han llegado a una conclusión. "Según nuestros propios estudios, es necesario recibir una cuarta dosis de refuerzo", comentaba el presidente de Pfizer.
"No es lo bastante buena, no dura mucho"
Si la administración de la tercera dosis de refuerzo ya generó debate y malestar en la población, una cuarta ha sido un jarro de agua fría. Los efectos secundarios del tercer pinchazo han aumentado en algunos casos y se teme cómo podrá influir un cuarto.
Sin embargo, para el director ejecutivo de Pfizer los datos son claros y su vacuna funciona. "La protección que se alcanza con la tercera es suficiente para proteger contra la enfermedad grave y la muerte", ha explicado.
No obstante, se ha encontrado un fallo que puede ser subsanado con la cuarta dosis. "No es lo bastante buena contra las infecciones, no dura mucho", ha especificado Bourla.
Con todos los datos sobre la mesa, la farmacéutica estadounidense ya se ha puesto manos a la obra para que autoricen un cuarto pinchazo. "Vamos a trasladar todos estos datos a la FDA (la Administración de Medicamentos y Alimentos) y veremos qué dicen los expertos de fuera de nuestra compañía", resaltaba.
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La cuarta dosis aumenta la concentración de anticuerpos
Por el momento, las autoridades sanitarias de Estados Unidos han aprobado esta medida solo para algunos sectores de la población. Personas inmunodeprimidas, ancianos y personas mayores serán los primeros en recibir la cuarta dosis de refuerzo.
No obstante, Israel va un paso por delante y lleva meses administrando un cuarto pinchazo a los mayores de 18 años. Según los expertos, los beneficios de esta dosis de refuerzo son más que evidentes, llegando a una concentración de anticuerpos del 500% una semana después.
El debate entre los expertos no ha tardado en llegar y hay quienes afirman que con el tercer pinchazo ya se llega a al "techo de inmunidad". Opinión que refrenda la inmunóloga Miles Davenport, señalando que si bien la cuarta dosis restaura anticuerpos perdidos, esta solo ofrece una "modesta protección" contra la infección.