España no es el único país europeo que está viendo, otra vez, como los casos de Covid-19 vuelven a subir con fuerza. Reino Unido decretó hace unos días un confinamiento total como el de marzo en todo el país hasta mitades de febrero, Alemania ha registrado este viernes su mayor cifra diaria de fallecidos por la enfermedad hasta la fecha, y Portugal, también con números récord, ha tomado la medida más drástica hasta la fecha después del confinamiento.
El gobierno luso ha decidido decretar un toque de queda muy extenso que empezará a aplicarse a las 13:00 horas los fines de semana, lo que significa que la gente no podrá salir de su casa salvo para causas justificadas. Esta medida se suma a un confinamiento municipal en todo el país, por lo que sus ciudadanos tampoco podrán salir ningún día de la semana de su localidad salvo para ir a trabajar, a comprar bienes de primera necesidad o para asistir a un hospital, entre otras excepciones.
Estas medidas afectarán a todos los municipios portugueses que se encuentren por encima de una incidencia acumulada de 240 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, es decir, prácticamente todos, ya que solo 25 municipios de todo Portugal se encuentran actualmente por debajo de esa cifra. Hasta ahora, la medida se aplicaba a las zonas con una incidencia del doble de casos, 480 por cada 100.000 habitantes.
Aunque este toque de queda ampliado solo se aplica los fines de semana, es una de las medidas más drásticas que se pueden tomar antes de llegar al confinamiento domiciliario, por lo que el gobierno luso ya está valorando la posibilidad de tomar esa vía en el caso de que los casos no dejen de subir de forma tan drástica.
Portugal supera los 10.000 casos diarios
Las restricciones llegan después de que Portugal haya notificado más de 10.000 casos diarios en los últimos días, como anunció el primer ministro, Antonio Costa, lo que ha llevado a un «agravamiento de la situación». Costa ha asegurado también que «probablemente tendremos que adoptar medidas más restrictivas a partir de la próxima semana», por lo que hay mucha preocupación en el país sobre ese segundo confinamiento total.
Con los datos en la mano, las cifras preocupan: Portugal ha alcanzado 456.533 casos de Covid-19 en toda la pandemia, cuando su población es de 10,28 millones de personas, lo que significa que el 4,4% de su población ya se ha contagiado desde marzo según cifras oficiales, un porcentaje ligeramente superior al de España, que estaría alrededor del 4,2% pese a ser uno de los países más afectados en el continente.
Esto demuestra que la situación en el país vecino es complicada, y los casos no paran de subir tras las fiestas navideñas. En cuanto a los fallecidos, Portugal ha tenido que lamentar ya 7.472 muertes, pero en las últimas semanas ha habido muchos días rondando los 90 decesos diarios, cuando el récord en el país es de 98 muertos en un solo día, del pasado 13 de diciembre.
Será el próximo martes cuando el Gobierno de Portugal se reúna con su comité de expertos y valoren qué medidas tomar y durante cuánto tiempo, aunque el primer ministro ha adelantado que quieren evitar, dentro de lo posible, traspasar «la línea roja» de «la actividad educativa», ya que los especialistas recomiendan que, en el caso de llegar a un confinamiento como el de marzo, la asistencia a clase sea otra de las excepciones para poder salir de casa.
Tras la reunión, el gobierno portugués se reunirá también con el resto de partidos políticos que forman el Congreso para consensuar, dentro de lo posible, todas las medidas que se vayan a tomar.