La evolución de la pandemia, sobre todo en cuánto a número de nuevos positivos e ingresos en los hospitales, en algunas comunidades empieza a ser insostenible. Este lunes entrábamos en la segunda semana con España en Estado de Alarma por segunda vez en los últimos meses, salvo en las Islas Canarias. Esta nueva declaración traía una novedad: las comunidades son quienes tienen la útlima palabra sobre las medidas a aplicar en sus territorios.
Una en la que prácticamente todas, menos cuatro y el caso especial de Madrid, coincidieron fue en la de cerrar perimetralmente sus 'fronteras', algunas de ellas incluso sin dejar entrar o salir todos sus municipios. Pero parece que para algunas comunidades con esto no es suficiente. Asturias; con su presidente, Adrián Barbón y el consejero de Salud, Pablo Fernández a la cabeza, confirmaban que habían hecho una petición formal al Gobierno de Pedro Sánchez para poder confinar su comunidad durante 15 días.
Esta posición, que de momento se ha encontrado con el no de Sanidad, parece que no es única entre los gobiernos autonómicos. Así Verónica Casado, consejera de Sanidad de Castilla y León, vaticinaba en una entrevista a la cadena 'SER' que con los datos actuales «el confinamiento domiciliario es inevitable». Actualmente, la comunidad castellanoleonesa vuelve a ser, como en la primera ola, una de las comunidades más afectadas sobre en cuanto al ritmo de crecimiento de los contagios pero también en el número de muertes.
Casado explicaba que el «confinamiento va a existir porque es necesario que frenemos el virus». Matizaba en cierta manera, pero, que sea un confinamiento tan duro como el que vivimos los pasados meses de marzo, abril y mayo. Considera que seguramente «se permita el trabajo, la educación y otros aspectos que no tuvimos en marzo» pero añade que esto no supondrá que no se limiten «las actividades no imprescindibles y estar en casa, lo vamos a tener que hacer».
De momento parece que esta decisión no está sobre la mesa del ministerio de Sanidad. Su titular, Salvador Illa, lo dejaba claro: «Ahora no lo prevemos. Ni estamos trabajando en ello ni lo prevemos. Pensamos que con el abanico de medidas que están a disposición de las autoridades de las Comunidades Autónomas para poder actuar es suficiente». Además negaba «rotundamente» que el ejecutivo tuviera en mente tomar esta decisión esta semana.
Illa ponía el ejemplo del efecto positivo de las últimas medidas en «Cataluña, donde, sea dicho con toda la prudencia, estamos viendo una cierta estabilización de casos. O en Madrid, donde aplicamos medidas del mismo tipo hace ya unas semanas y hemos visto cómo se ha estabilizado y va bajando».
Lo que piensan otras comunidades
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, por ejemplo, ha dicho que no descarta que con el actual escenario de avance del coronavirus sea necesario optar por «modelos más duras o confinamientos», al tiempo que ha reclamado afrontar la nueva ola de coronavirus sin la "ingenuidad" con la que se afrontó al principio, dejando atrás igualmente la «frivolidad».
La consellera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, también descartaba este lunes un confinamiento domiciliario en Catalunya por la pandemia de coronavirus porque consideran que las restricciones que han impulsado desde el Ejecutivo catalán «son las adecuadas y las que pueden funcionar».
Otros como el lehendakari, Iñigo Urkullu, han insistido en la necesidad de evaluar primero las últimas medidas adoptadas para frenar los contagios de covid-19 antes de establecer nuevas restricciones, algo sobre lo que ya podría tenerse «un análisis con muchos datos hacia el miércoles o el jueves». En todo caso, ha asegurado que se están analizando «todas las medidas posibles», aunque ha eludido pronunciarse sobre un nuevo confinamiento.