Si una noticia ha copado minutos de televisión y de radio; píxeles en la prensa digital y ríos de tinta en la prensa en papel en las últimas horas, es la creación de la Superliga europea de fútbol, anunciada el domingo a última hora de la noche por doce grandes clubes europeos: concretamente, seis equipos ingleses (Manchester United, Liverpool, Chelsea, Manchester City, Arsenal y Tottenham), tres españoles (Real Madrid, Barcelona y Atlético) y tres italianos (Juventus, Milan e Inter) han presentado esta iniciativa, a los cuales se podrían sumar otros tres clubes europeos, como el PSG, el Bayern de Múnich o el Borussia Dortmund, aunque este último equipo se ha posicionado en contra de la nueva competición.
Una Superliga europea que ha levantado mucho revuelo en sus primeras horas de 'vida'
En total, pues, se trataría de quince equipos fijos —los fundadores— más cinco conjuntos invitados que podrían variar anualmente, que disputarían esta competición que, de cumplirse los planes presentados hasta ahora, empezaría a disputarse en la temporada 2022-2023. El sistema de competición sería en dos grupos de diez equipos, con partidos de ida y vuelta, en que los tres primeros de cada uno pasarían a unas eliminatorias finales a partir de cuartos: los dos equipos restantes y necesarios para disputarlos saldrían de un play-off entre los dos cuartos y los dos quintos clasificados.
El anuncio de la creación de la Superliga europea —por cierto, presidida por ahora por el también presidente del Real Madrid, Florentino Pérez— ha generado una oleada de indignación en los estamentos actuales del fútbol europeo. La UEFA ya ha calificado de «cínico» este proyecto y ha advertido de que «los clubes afectados no podrán participar en ninguna otra competición a nivel nacional, europeo o mundial»; mientras que la FIFA califica la nueva competición como «separatista y cerrada», además de «irrespetuosa con los principios de solidaridad, inclusión, integridad y redistribución económica». También la Real Federación Española de Fútbol carga contra la competición, que ha levantado un importante revuelo en muy pocas horas.
Unidas Podemos pide la expulsión de Real Madrid, FC Barcelona y Atlético de Madrid de la Liga
En el apartado político, este martes, 20 de abril se ha posicionado Unidas Podemos. La formación morada ha sido muy contundente con el papel del Real Madrid, el FC Barcelona y el Atlético de Madrid, los tres clubes españoles involucrados en la nueva competición. A ellos se ha referido esta mañana Antón Gómez Reino, el portavoz adjunto de Unidas Podemos y diputado de esta formación en el Congreso, planteando la posibilidad de expulsar a estos tres clubes de la Liga Española y su pérdida de los derechos televisivos en el caso de que sigan adelante con la Superliga europea.
Gómez Reino, que es gallego, ha hecho alusión a una pintada que se hizo en el Estadio Municipal de Riazor, en la Coruña, donde juega el Deportivo —actualmente, en Segunda División B—: «Odio eterno al fútbol negocio», un concepto que Gómez Reino ha relacionado con Florentino Pérez y su papel al frente del Real Madrid y, ahora, de esta nueva y polémica competición.
«Tal y como dicen los organismos estatales, y también la FIFA, si están en esto, están fuera de las competiciones y yo diría fuera de las competiciones», ha afirmado el diputado Gómez Reino, que ha añadido que Unidas Podemos defiende que «quien se quiere emancipar quede fuera de las televisiones y las competiciones». Así pues, Unidas Podemos se muestra partidaria de expulsar a FC Barcelona, Atlético de Madrid y Real Madrid de la Liga en el caso de que sigan involucrados en la nueva competición de la Superliga europea, un posicionamiento sin duda muy contundente por parte de la formación morada.
Jaume Asens, menos contundente pero también en contra de la nueva competición europea
Desde la misma formación también se ha manifestado el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, que sin ser tan incisivo como Gómez Reino, también ha disparado contra la nueva competición. «El fútbol no es solo negocio, también son valores, ética», ha argumentado Asens, que cree que la nueva Superliga europea es «una iniciativa a imagen y semejanza de Florentino Pérez: es elitista y va en beneficio de los clubes poderosos». «Nos preocupa y puede ser interpretado como un insulto al fútbol base y a los valores que pueden primar en el fútbol», dice Asens.
En definitiva, pues, Unidas Podemos ha definido en las últimas horas su posición claramente contraria a la nueva competición en la que, a nivel español, solo participarían el Barcelona, el Real Madrid y el Atlético. Mientras Jaume Asens ha criticado con claridad las características que definen la Superliga europea, Antón Gómez Reino ha ido mucho más allá, refiriéndose directamente a una eventual expulsión de los tres clubes implicados de la Liga española. Una posición que, sin duda, va a acarrear una fuerte polémica.