«Así que gracias por estar / Por tu amistad y tu compañía / Eres lo mejor que me ha dado la vida». Hace apenas dos semanas reapareció Pau Donés cantando estas palabras en la azotea de un edificio con su inseparable banda, Jarabe de Palo, que hoy llora la muerte de su buque insignia no sólo por lo que representó, ni tan solo por su voz, sino sobre todo por el optimismo que imprimió al proyecto. Pura vida.
Y probablemente sea esa última imagen la que mejor lo define: un artista que nunca dejó de reír a pesar de la adversidad, y que a pesar de lo visiblemente demacrado que lo dejó la enfermedad, vivió hasta el último momento como en la verbena de verano del videoclip, con una vitalidad desbordante, como si la vida no fuera a apagarse nunca.
Se le apagó la vida a Pau Donés Cirera (Barcelona, 1966), al que se lo llevó finalmente el cáncer de cólon que le fue diagnosticado en 2015 y que sin embargo nunca logró apartar definitivamente de la música. Hasta ahora. Pero queda detrás de él esa alegría con la que barnizó los grandes éxitos de su carrera entre los que sobresalen, siempre, «La Flaca» y «Depende».
Con los años, Pau Donés consiguió consolidarse como una de las voces más reconocibles del panorama musical español, tan identificable como el desenfadado estilo de su Jarabe de Palo, el proyecto musical con el que recorrió medio mundo saboreando las mieles del éxito y con el que siempre cantó a la vida, a la empatía y al agradecimiento.
Pero el camino para llegar al éxito fue atípicamente largo, ya que llegó a la música pasada su primera juventud y antes de triunfar tuvo tiempo para probar también los sinsabores del fracaso con proyectos fallidos como J&Co Band y Dentaduras Postizas. Quizás por eso optó por la publicidad como medio de vida, un medio que le llevaría, irónicamente, al éxito musical.
Fue en 1996 cuando Pau Donés coló en la campaña publicitaria de una marca de tabaco el tema «La Flaca», que había compuesta durante un viaje a Cuba inspirado por los ritmos latinos que nunca le abandonaron, y que formaron parte de su ADN artístico.
«La Flaca», canción del verano del 97, lanzó al estrellato a Pau Donés y la banda que había creado un par de años antes, Jarabe de Palo, que durante los años siguientes consiguió mantenerse en el arduo mercado de la música española y latina con discos como «Depende» (1998), «De vuelta y vuelta» (2001) y «Bonito» (2003).
Sencillez y sinceridad
Durante todos aquellos años, el sello de Jarabe de Palo fue la alegría y la celebración de la vida, y a pesar de acumular todo tipo de premios (entre los cuales Ondas y Grammys) y de llenar estadios en giras nacionales e internacionales, Pau Donés y su grupo nunca abandonaron aquello que les acercó a su público, la sencillez y la sinceridad.
Sólo el tiempo y el cáncer se encargaron, años después, de poner a prueba la vitalidad de Pau Donés y la continuidad de Jarabe de Palo, y no lograron ni lo uno ni lo otro. El artista recibió la noticia de la metástasis como una razón para seguir luchando, recordando las palabras de su madre: «Ella me decía que hay que vivir rabiosamente, que la muerte ya vendrá».
En 2017 volvió a los escenarios con «50 palos» y, tras volver a lidiar con un rebrote del cáncer, volvió a la terraza de un edificio para grabar el videoclip de «Eso que tú me das», en el que también aparece su hija Sara.
En su último disco, antes de morir, Pau Donés tuvo tiempo de agradecer a los sanitarios sus cuidados durante todos estos años en la canción «Los ángeles visten de blanco». Se despidió como había vivido, como un artista íntegro y dando gracias a los demás. Y a la vida.