El Gobierno de Pedro Sánchez está trabajando con el máximo hermetismo en la preparación del anteproyecto de los Presupuestos Generales del Estado del 2021.
Así lo ha indicado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cuyo equipo está preparando las cuentas del ejercicio 2021 con la finalidad de presentarlas en el próximo consejo de ministros del mes de septiembre.
Sánchez se reunirá en los próximos días con su equipo de colaboradores para intentar aprobar el proyecto de ley clave para afianzar la próxima legislatura.
Las cuentas públicas son esenciales para afrontar las graves consecuencias económicos de la pandemia del coronavirus. También son vitales para acceder y distribuir las ayudas procedentes de la Unión Europea que impulsarán la recuperación de los sectores más afectados por el COVID-19.
El gobierno Ejecutivo ha ordenado a los técnicos del Ministerio de Hacienda que se centren en la búsqueda de más ingresos para paliar la reducción de gasto en sectores estratégicos como son los servicios públicos y los funcionarios.
Ciudadanos ya ha advertido al Partido Socialista que no votará a favor de las cuentas del 2021 si decide finalmente subir los impuestos.
Sánchez sabe perfectamente que después del verano tendrá que enfrentarse a difíciles negociaciones sobre los presupuestos y la búsqueda de avales en la Unión Europea.
No obstante, el presidente socialista tiene la plena convicción de que posee una ventaja con respecto a la crisis financiera del 2008. Desde las instituciones europeas centran su trabajo en políticas contracíclicas. Esto significa evitar la reducción de servicios del Estado y eludir que los trabajadores pierdan poder adquisitivo.
En este sentido, Pedro Sánchez y María Jesús Montero están intentando clarificar donde pueden actuar para aumentar los ingresos, y de este modo, velar por la continuidad del gasto.
El Gobierno de España ya ha empezado la tramitación de las tasas Google y Tobin, con las que espera recaudar cerca de 2.000 millones de euros. La tasa Google afectará a empresas con ingresos anuales mundiales de al menos 750 millones de euros e ingresos en España superiores a 3 millones de euros.
Las previsiones de recaudación de Sánchez no cubrirían ni el ingreso mínimo vital, que han destinado a las familias más vulnerables por la recesión económica. Por este motivo, se espera que el Ejecutivo proceda a subir el IRPF a las rentas más altas, del impuesto de sociedades, aunque no será suficiente.