El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, podría estar valorando ya la fecha en la que va a abandonar la política de forma definitiva. Eso es lo que cuenta hoy el portal El Cierre Digital, que detalla que el jefe del ejecutivo se plantea, de momento de forma muy incipiente, su adiós. Sánchez está inquieto después de que la remodelación del Gobierno no haya servido para que el PSOE remonte y valora abandonar.
En este contexto, según este medio digital, el presidente del Gobierno baraja la posibilidad de no presentarse a la reelección en los comicios de 2023. Pedro Sánchez estaría viendo en las últimas semanas como su nervisosimo va en aumento, algo que le ha hecho pensar sobre su futuro. No se trata ni mucho menos de una decisión que esté tomada, pero sí estaría dentro de los planes del presidente.
Pedro Sánchez podría abandonar la política en 2023, según este medio
El pasado mes de junio, el presidente del Gobierno llevó a cabo la concesión de los indultos a los presos independentistas catalanes. Consciente de que sería una decisión que acarrearía desgaste, Sánchez la acompañó de otras medidas más 'populares'. El levantamiento de la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores y la rebaja del IVA de la electricidad fueron otras decisiones tomadas hace algo más de un mes.
Sin embargo, ninguno de estos "paliativos" logró que el PSOE se revitalizara en las encuestas, todo lo contrario. La tendencia descendente de los socialistas se aceleró y el PP parecía consolidarse en la primera posición en todos los estudios demoscópicos. Ante esta situación, el presidente del Gobierno tuvo claro que debía gastar un cartucho que muchos apuntaban que usaría más adelante, quizás en otoño.
Por sorpresa y en pleno sábado de un mes de julio, Sánchez salió ante la prensa para anunciar cambios en siete de sus ministerios. Con esta decisión, apartaba a sus más fieles colaboradores —Carmen Calvo, José Luis Ábalos, Iván Redondo— e impulsaba una auténtica revolución en su gabinete. Sánchez buscaba un revulsivo que devolviera la tendencia ascendente al PSOE y, aunque se ha frenado su caída, por ahora parece insuficiente para superar al PP en las últimas encuestas.
Sánchez está inquieto y ha pensado incluso, tal y como afirma El Cierre Digital, en su retirada y no presentarse en 2023. Pero antes tiene varios cartuchos que quemar: cree que imprimiendo un carácter más progresista a su Gobierno, el PSOE tiene aún muchas cosas que decir. El presidente duda de las posibilidades de absorber el antiguo electorado de Ciudadanos por el centro, así que centra su línea de ataque en la izquierda del espectro.
Cree que aplicando políticas desacomplejadas de izquierdas puede atraer electorado de Unidas Podemos y, en muy menor medida, de ERC en Cataluña. En este contexto encajan decisiones como la Ley Trans sucumbiendo a las exigencias de los morados, la Ley de Memoria Democrática o la regulación del precio del alquiler. El entorno de Pedro Sánchez se muestra convencido de que el efecto de decisiones de este tipo es positivo para Sánchez y el PSOE.
Habra que ver cuál es el efecto real de todo esto y si, efectivamente, tiene algún tipo de reacción en las encuestas, que por ahora no se nota. A Sánchez le quedan casi dos años y medio, hasta otoño de 2023, para seguir al frente de Moncloa y tratar de mejorar la expectativa electoral del PSOE. Si no logra el objetivo de remontar las encuestas, la opción de dar un paso al lado está sobre la mesa y podría ser la carta que utilizara el presidente.
Sánchez, en la primera línea de la política española desde verano de 2014
Fue en junio de 2018 cuando, casi por sorpresa, Pedro Sánchez llegó a la presidencia del Gobierno por la vía de una moción de censura. Una semana antes ni tan solo se especulaba con esta opción, pero la sentencia contra el PP en el caso Gürtel hizo posible la carambola. Llegaba así el cambio a España, con un Sánchez que revalidó su victoria en las dos elecciones generales de 2019 y mantuvo la presidencia con un acuerdo de Gobierno con Podemos.
Si agota la legislatura tal y como tiene previsto, Sánchez habrá ocupado la presidencia durante cinco años y medio, y veremos si se decide o no a continuar. El ahora presidente del Gobierno llegó a la primera línea de la política en verano de 2014, cuando fue elegido secretario general del PSOE. En octubre de 2016, la corriente 'susanista' del partido le forzó a dimitir, pero batalló en las primarias y, contra pronóstico, recuperó el liderazgo del partido en mayo de 2017.
2023, ¿el final político de Pedro Sánchez?
Fue justo un año más tarde cuando consiguió llegar a la Moncloa, en una clara demostración de supervivencia política. En 2023 tocará ver si persiste este instinto o si, por el contrario y tal como asegura El Cierre Digital, pone el punto y final a su carrera.