La pandemia del Covid-19 ha paralizado al mundo del deporte. Al igual que el futbol, es beisbol o la natación, el balomano también se ha visto afectado. Esta situación ha entristecido a diversos deportistas, como Pablo Urdangarín, hijo de la infanta Cristina y de Iñaki Urdangarín.
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El joven es militante del HBC Nantes, uno de los equipos más importantes de la liga de balonmano de Francia. A falta de que se levante el Estado de Alarma decretado por el Gobierno, todos los miembros del equipo en sus diferentes categorías están en a la espera de porder regresar a su actividad habitual.
Un joven centrado en el deporte
A pesar del escándolo de su padre con el caso Noos, Pablo siempre ha querido mantenerse alejado de la prensa y de cualquier tipo de polémica. De hecho, no existen noticias de que el joven se haya desplazado a Ginebra para estar con su madre durante el confinamiento.
Aunque se desconoce en que situación se encuentra el joven, se sabe que su equipo ha suspendido toda competición hasta que el Gobierno francés dicte lo contrario, algo que ya se veía venir el pasado 10 de marzo, cuando el equipo decidía limitar la venta de entradas.
Por el momento, Pablo parace estar dispuesto a esperar lo que haga falta para cumplir su sueño de convertirse en jugador de balonmano profesional. Cada vez cuenta con más apoyos, como el de Alberto Entrerríos, uno de las grandes figuras del balonmano.
El experimentado jugador asegura que el hijo de la infanta Cristina «es un jugador que tiene mucho potencial y que ha llegado para desarrollar su carrera en el equipo de formación, que estará bajo la supervisión de los entrenadores del club, pero que tendrá que ganarse la oportunidad de subir al primer equipo».
Pese a que el confinamiento ha supuesto un parón en la carrera deportiva del joven, se espera que para la próxima temporada el equipo pueda alcanzar la pimera posición.