Pablo Rodríguez, deportista gallego, fallece a los 21 años de edad tras unos largos meses de lucha contra una enfermedad.
La trágica noticia del fallecimiento de una persona siempre causa una conmoción generalizada en el entorno tanto personal como profesional. La mayoría de los casos sucede por causas naturales como la avanzada edad, pero en otras intervienen otros factores que acentúa la tragedia.
Cuando este suceso ocurre a consecuencia de una enfermedad o un accidente los sentimientos de tristeza y pena se acentúan más. Pero, sin duda alguna, cuando el fallecimiento corresponde a una persona joven el revuelo que se causa es el mayor de todos.
Es conocido el dicho de que lo peor que le puede ocurrir a unos padres es enterrar a sus hijos. Esto es lo que le ha ocurrido a una familia gallega esta semana.
Tras unos largos meses de lucha, el deportista Pablo Rodríguez ha fallecido con tan solo 21 años dejando un gran vacío en su entorno.
Pablo Rodríguez fallece tras una larga lucha
El deporte nacional se encuentra de luto tras una de las despedidas más dolorosas desde hace mucho tiempo. El joven jugador de baloncesto, Pablo Rodríguez, ha fallecido esta misma semana como ha asegurado su entorno profesional.
El joven fue forjando su presencia en el deporte tras mucho tiempo dentro del club. Año tras año fue escalando puesto desde las categorías inferiores para colocarse en primera línea de la plantilla del equipo.
Desde que era pequeño siempre supo que quería formar parte del equipo de baloncesto de Muebles Victoria. Este sueño lo alcanzó hace poco tiempo y desde entonces ofreció todo lo que pudo de sí mismo.
El responsable de la institución deportiva, José Luis Gómez, recordaba al joven y lo entregado que estaba con el equipo. Este mismo ha asegurado que no está siendo un buen momento y que el día que están pasando no es para nada fácil.
Haciendo memoria no recuerda con exactitud el momento en el que entró, pero si recuerda el carácter y la personalidad que tenía Pablo. "Siempre un chico disciplinado, al que no tenías que decirle las cosas dos veces" aseguró.
Ha querido compartir lo importante que fue para el equipo y la facilidad que tuvo para conectar con el resto de sus compañeros. Asegura que además forjó grandes amistades como con su hijo cuando ambos eran todavía muy pequeños, una amistad que continuaba hasta el fallecimiento.
Muchos tenían un gran aprecio por el joven y todos destacan su presencia e importancia en el club. A pesar de que su estatura no era la recomendada para este deporte, el joven puso todo su esfuerzo y coraje para conseguir su sueño.
El deportista había comenzado unos estudios para forjar su futuro y había conseguido un puesto laboral en una pequeña empresa de la localidad. Un futuro marcado de éxitos que se ha visto truncado por una enfermedad.
Con el estallido de la pandemia, la actividad deportiva se paralizó y se suspendieron todos los eventos. Este año se tenía pensado reactivar la competición y los encargados del club contaban con él.
Su entorno profesional ha querido rendirle un homenaje resaltando la fortaleza que tuvo para luchar contra la enfermedad que le ha arrebatado la vida. Han asegurado que continuarán con el legado deportivo de Pablo Rodríguez.
Su entorno familiar y personal no ha querido ofrecer ninguna declaración ni se ha desvelado la enfermedad que padecía. Están recibiendo el apoyo de toda la localidad y de los diferentes equipos deportivos de la zona.
Una noticia que ha conmocionado a la comarca de Valdeorras y a todo el deporte nacional.