El contacto entre osos y personas en España es muy extraño, pero cuando sucede puede ocasionar una tragedia. Es lo que ha sucedido esta pasada noche con el brutal ataque de un oso a una mujer de 75 años. El animal la hirió de gravedad y trató de arrastrarla hasta su guarida, aunque los acompañantes de la víctima consiguieron evitarlo.
Este es el primer ataque de un oso en Asturias desde hace décadas, y las autoridades buscan ahora al animal para evitar que cause más estragos. Mientras, la víctima se sigue recuperando de las heridas en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
Los hechos sucedieron el domingo por la tarde-noche, en la localidad de Sonande, en Cangas del Narcea. La víctima, una mujer de 75 años, había estado cenando con unos amigos y luego decidieron dar un paseo por las cercanías del pueblo. Al doblar una curva apareció de repente el animal, que erguido sobre sus dos patas traseras lanzó un zarpazo directo a la cara de la mujer. Esta quedó malherida en el suelo y a merced del animal, que intentó llevársela a su guarida para darle muerte.
Afortunadamente, los acompañantes consiguieron ahuyentar al oso profiriendo gritos y atender a la mujer malherida. Según la Unión de Sectoriales Agrarias de Asturias (Usaga), la víctima sufría un desgarro en la cara y una rotura de pelvis. Fue trasladada al Hospital Carmen y Severo Ochoa, pero luego la llevaron al HUCA para ser sometida a una cirugía maxilofacial. Está fuera de peligro, y se sigue recuperando.
El oso, un ejemplar de grandes dimensiones, desapareció ahuyentado por los gritos y ahora está en el punto de mira de las autoridades que quieren darle caza. No es nada normal que se produzcan encuentros entre osos y hombres, y debido a la gravedad del ataque los responsables quieren evitar que se repitan nuevos incidentes. Hay que recordar, no obstante, que la mayoría de estos sucesos se producen por imprudencias de los seres humanos y que la caza no ayuda a eliminar los ejemplares más violentos.
Este mismo lunes, personal especializado de la Fundación Oso y del Principado de Asturias peinan la zona para tratar de localizar al oso, sedarle y extraerle del lugar. La intención es alejar al animal de la presencia humana, aunque haciéndole el menor daño posible.
Osos cerca del entorno urbano
Precisamente un equipo de investigadores de la Universidad de Oviedo llevó a cabo un estudio internacional que documentó 664 ataques de oso pardos a seres humanos entre 2000 y 2015. La mayoría de ellos, casi 300, se produjeron en Europa, mientras que en Estados Unidos hubo 183 y en Asia 190. Las conclusiones del estudio advierten de un aumento de los ataques de oso a humanos en todo el mundo los últimos años. La mayoría de estos ataques son reacciones defensivas por parte de los animales.
Fue precisamente a principios de este mes cuando un vecino de la localidad de Reguera del Cabo, en Cangas del Narcea, grabó a un oso pardo de corta edad que corría desorientado por la carretera. La imagen llamó la atención porque es poco común ver a estos animales en entornos urbanos, y la principal teoría es que llegó hasta allí desesperado ante la escasez de alimentos en su medio natural.
La imagen corrió como la pólvora en redes sociales y desató la alarma entre los vecinos del entorno, que señalaban el peligro de tener a estos animales merodeando por allí. Como si fuera una premonición, uno de los comentarios al vídeo advertía de lo siguiente: «Qué bonito todo hasta que al oso le pase algo o, peor aún, a un niño o a una persona mayor».