El director general de la Organización Mundial de la Salud, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha lanzado un pronóstico, sobre la evolución de la pandemia provocada por el Covid-19, nada alentador.
Poco a poco los países que resultaron infectados en un primer momento, van comenzando a rebajar las medidas de confinamiento. Italia ha dado carta blanca a la apertura de algunos establecimientos mientras que en Alemania algunos clubs de fútbol ya han comenzado a entrenar, eso sí, en grupos reducidos y manteniendo las medidas de seguridad.
En España, a partir del 27 de abril, el Gobierno permitirá que los niños salgan a la calle durante un tiempo estipulado, mientras que en Francia se permite el deporte al aire libre siempre que se haga de manera individual.
«Hemos hablado anteriormente sobre los factores que los países deben considerar al planear comenzar a levantar lo que se llama las restricciones de bloqueo del COVID-19» comenzaba exponiendo Tedros, y advertía: «Aliviar las restricciones no es el final de la epidemia en ningún país».
El doctor considera que el levantamiento de estas medidas de restricción ha de hacerse poco a poco y que cada país debe asegurarse de que «puede detectar, probar, aislar y atender cada caso, y rastrear cada contacto». Según Tedros, «lo peor está por venir. Prevengamos esta tragedia. Es un virus que mucha gente sigue sin entender».
La unidad de todos los países en la lucha contra la pandemia es fundamental para evitar males mayores: «Hay que trabajar juntos contra el coronavirus para salvar vidas, si no lo hacemos, estamos jugando con fuego, ya que se quedará con nosotros y matará a más personas» sostiene.
Tedros Adhanom Ghebreyesus considera que todos los países deben trabajar unidos y en la misma dirección y que «poner fin a la epidemia requerirá un esfuerzo sostenido por parte de los individuos, las comunidades y los gobiernos para continuar suprimiendo y controlando el virus».