A las puertas de la recuperación de la normalidad, todos los sectores están adaptando sus servicios a las nuevas medidas de seguridad y cambios en el estilo de vida que se adivinan para la nueva etapa después del Coronavirus. Uno de los sectores que presentará cambios importantes es también uno de los más afectados por la crisis: las aerolíneas.
Así, desde el 13 de abril hasta el 31 de mayo, la aerolínea Delta bloquea los asientos centrales en todos los vuelos tanto desde la aplicación como en la web, y la compañía establece que los agentes de la puerta de embarque determinarán la forma de sentar a los viajeros para mantener la distancia mínima de seguridad.
Este será de hecho el gran cambio en la forma de volar, ya que las medidas de distanciamiento social van a afectar a sectores como la restauración y las compañías de vuelos y en este caso, al permitir menos pasajeros dentro de un mismo avión los precios se pueden encarecer. Otra aerolínea, Wizz Air, ya está programando aviones con sólo dos tercios de los pasajeros.
Las compañías también contemplan medidas como racionalizar la comida y la bebida para evitar el contacto, o embarcar pasajeros de 10 en 10 recordándoles que deben mantener un espacio entre ellos. Según el presidente de Wizz Air, llegará un momento en el que los aviones de pasillo único dejen los asientos del medio vacíos.
Esta medida la contemplan también en EasyJet y IATA, pero en cambio la compañía de low cost Ryanair lo valora como una propuesta ineficaz e inviable económicamente. En cambio, propone una medida que cree que puede ser más eficaz: controles de temperatura obligatorios y mascarilla para pasajeros y tripulación.
En Fly Emirates también son partidarios de los controles pero van un paso más allá y proponen test de sangre rápidos para dejar subir a los aviones. De hecho, el pasado 15 de abril se realizó un ensayo de esta medida en un vuelo entre Dubai y Túnez, donde todos los pasajeros fueron sometidos a un test rápido de sangre.
La prueba se realizó en la zona de check-in por las autoridades sanitarias de Dubái y sólo hubo falta esperar 10 minutos para tener los resultados. Ahora, los directivos de la compañía piensan cómo aumentar las capacidades para ampliar los test a otros vuelos y conseguir hacer la prueba de forma más masiva.
En la misma compañía se han retirado las revistas e instrucciones, aunque se mantienen las comidas y las bebidas modificando solo la presentación para evitar el contacto entre tripulación y pasajeros. También informan de que los pasajeros deben usar sus propias mascarillas tanto en el aeropuerto como dentro del avión.
Los cambios en los vuelos incluyen también soluciones imaginativas. La empresa italiana Avio Interiors ha diseñado un asiento central que se invierte con una pantalla de cristal rodeando el asiento, tal y como se puede ver en la imagen que ilustra este artículo.