Óscar tiene 47 años y se enfrenta a una grave acusación por el asesinato de otro hombre. Pero las circunstancias de los hechos hacen de este un caso muy especial. El acusado actuó en legítima defensa para defender a su hija Andrea de una agresión.
Los hechos sucedieron el 30 de mayo en San Miguel Hueyotlipan, México. Pasó cinco días en prisión preventiva. Pero sus abogados lograron demostrar que actuó en defensa propia para defender la integridad física de su hija.
La pareja sentimental de la mujer, Juan Ramón, tenía 33 años. Él y su suegro Óscar mantuvieron una pelea que acabó con el primero en el suelo, malherido. La discusión se inició porque Juan Ramón quería agredir a la hija de Óscar, Andrea, de 29 años.
Al escuchar la discusión, los vecinos llamaron a la Policía. Cuando los agentes llegaron al lugar, se encontraron a un hombre en el suelo con un hilo de vida. No tenía signos vitales, y los sanitarios realizaron las tareas de reanimación.
Todo fue en vano, y Juan Ramón acabó muriendo allí mismo. Óscar admitió ser el autor de su muerte, y lanzó una frase a los agentes: «Prefiero que mi hija me visite en prisión, a que yo visite su tumba». El hombre quedó arrestado.
Al día siguiente, un juez decretó prisión provisional para Óscar. Pero unos días después sus abogados demostraron que lo hizo para defender a su hija. El juez aceptó las alegaciones y le puso en libertad. Su familia se manifestó frente a la corte penal pidiendo su liberación.
Gran apoyo en las redes
Según el informe de las autoridades, Óscar vio como su yerno, en un estado de gran acaloramiento, agredía a golpes a su hija. El hombre reaccionó instintivamente para proteger la integridad de Andrea. Los vecinos corroboran la versión de que fue en defensa propia.
Aseguran que si no hubiera intervenido, su hija habría acabado muerta. La pelea entre los dos hombres acabó con el yerno en el suelo. Su suegro le asestó varias puñaladas que acabaron con su vida. Luego fue detenido por un presunto delito de homicidio.
El hombre colaboró en todo momento por la policía, ya que ni se dio a la fuga ni presentó resistencia. Asumió en todo momento la responsabilidad de sus actos. Y soltó la frase que ha sido repetida en redes sociales como eslógan contra la violencia de género.
El caso llegó hasta el Centro de Justicia Social de la ciudad de Pueblo. Allí se concentraron sus familiares, que pedían su libertad. Sus reclamaciones fueron escuchadas, y Óscar fue puesto en libertad al entenderse que defendió a su hija Andrea.
Las redes sociales se volcaron con el hombre, con todo tipo de mensajes de apoyo pidiendo su libertad y señalando su inocencia. La sociedad mexicana está muy sensibilizada con los feminicidios. Desafortunadamente, el asesinato de mujeres está a la orden del día.
Más de 10 feminicidos cada día
Según el recuento que llevan a cabo las organizaciones de mujeres en México, mueren más de 10 mujeres a manos de sus parejas o de otros hombres cada día. Se trata de una lacra que tiene a la sociedad mexicana conmocionada. Por eso el caso de Óscar ha tenido tanta relevancia.
Sin ir más lejos, el pasado 15 de mayo las autoridades policiales detuvieron a Andrés, un asesino en serie de mujeres. El hombre, de 72 años, tenía casi 4.000 restos óseos acumulados en el sótano de su casa. Confesó haber matado al menos a 30 mujeres.
En la misma zona donde fue detenido actuó también el llamado monstruo de Ecaltepec. Juan Carlos y su mujere fueron detenidos por el asesinato de unas 20 mujeres. Las secuestraban, las mataban, las cocinaban y se las comían.
Para muchos, Óscar es un héroe que impidió que un hombre matara a su hija. La justicia ha acabado respaldando también esta visión.