Los expertos dicen que el inicio del curso escolar en España ha tenido un bajo impacto en la segunda oleada y, de hecho, los datos lo avalan, ya que ha habido menos positivos en las aulas que en otros países de Europa. Otra cosa es cómo está funcionando el sistema semipresencial, que está desatando una oleada de quejas de las familias.
Fabiola Llanos, madre de un estudiante de 15 años en un instituto público de Madrid, lo explica: «Se supone que sus clases son semipresenciales, pero online no tiene. Una semana va tres días al instituto y la siguiente, que va dos, parece como si no hubiera estudiado. Trae algunos deberes, no muchos, pero no tiene una rutina. Se acuesta tarde y se levanta tarde. Dice, ¿para qué me voy a levantar temprano si no tengo nada que hacer».
Reconoce que la situación es algo descontrolada, y hay alumnos a los que les sale estudiar por sí solos pero hay otros que no. Su hijo confirma los fallos del sistema: «Este curso es como si fuese un día sí y otro no. Los días que no voy al instituto no hago nada prácticamente».
Según el presidente de la asociación de directores de instituto en Andalucía, Miguel Dengra, afirma que el sistema funciona peor en las comunidades que lo improvisaron en el último momento. En Madrid, por ejemplo, la federación de asociaciones de padres asegura que la semipresencialidad no está funcionado y «las familias están muy preocupadas porque sus hijos no están recibiendo una verdadera atención educativa».
En Murcia, la mayor federación de padres ha anunciado que presentará un recurso contra el modelo semipresencial que a diferencia del resto de comunidades se aplica a partir de Infantil. En Galicia, Comunidad Valenciana y Andalucía se han convocado protestas de alumnos y padres a las puertas de los institutos.
Pero el sistema también preocupa a los alumnos, en especial los de Bachillerato que temen llegar menos preparados a la selectividad que los de los centros que sí van a clase a diario. Según los expertos está habiendo problemas en todas las comunidades, y eso afecta a la igualdad de oportunidad y a la equidad.
Falta de medios
Los problemas afectan menos a los territorios donde la semipresencialidad se aplica sólo en la etapa postobligatoria, como Cataluña, Galicia y Canarias. En algunos territorios se quejan de que la semipresencialidad se ha aplicado de forma precipitada, y hay muchos problemas como la falta de dotación tecnológica y la disparidad entre alumnos y profesorado.
Algunos docentes explican que no es lo mismo una clase a distancia para poner deberes que una clase online más participativa, mientras que las comunidades autónomas se defienden diciendo que la semipresencialidad no es una opción deseable pero sí la mejor de las posibles dadas las medidas de seguridad impuestas y su margen presupuestario.
Pero algunos sistemas han sido especialmente criticados, como el de Murcia, donde además de la secundaria se aplica en infantil y primaria. A esas edades no puede haber más de 20 alumnos en el aula y allá donde la ratio es superior cada día se queda en casa una parte de la clase, normalmente cinco alumnos.
Clara Sánez de Tejada, de la federación de padres FAPA-RM, explica que en su colegio han establecido dos días fijos: «A mi hijo, que está en sexto de primaria, le ha tocado quedarse en casa los martes, cuando tiene dos de las cinco horas de matemáticas que dan a la semana, así que se pierde el 40%».
El secretario de Enseñanza de CCOO ha reclamado la vuelta a la presencialidad en todos los niveles, lamentando que no se hayan explorado otras fórmulas. El responsable del principal sindicato en educación propone reforzar las plantillas para que haya docentes dando las clases online o resolviendo las dudas de los que están en casa.