El límite para pagar en efectivo se reduce anualmente. Desde el 11 de julio, la nueva Ley contra el Fraude establece que la cantidad máxima son 1000 euros, una importante variación respecto a la normativa anterior.
Modificaciones en la normativa para luchar contra el fraude
A finales de junio, se aprobó el nuevo reglamento con el que se reduce el límite para pagar con dinero en mano. También se regulan las criptomonedas.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerda que “a finales de 2012 se prohibieron los pagos en efectivo de operaciones por un importe igual o superior a 2.500 euros". La única excepción ante esto eran los pagos entre particulares y los realizados en entidades financieras.
Ahora, este límite es todavía más bajo y se sitúa en los 1000 euros. El objetivo es que más pronto que tarde desaparezca esta forma de pago.
De esta manera, cualquier desembolso de un consumidor a un empresario o profesional que sea superior a esta cantidad deberá hacerse por otros medios. Gracias a las tranferencias bancarias o al pago con tarjeta se podrá identificar la operación.
Además, la OCU subraya que “el límite es por operación". Esto significa que, "si la factura de la operación completa supera el límite, aunque se fraccione el pago, no podrá pagar nada en efectivo”.
Es decir, si la factura asciende a 1500 euros, no se puede pagar 500 euros en efectivo y el resto de otra manera. La referencia que se toma es el importe total de la transacción.
Multas por incumplimiento de la normativa
Hacer caso omiso a la nueva regla supone una sanción económica del 25% del importe abonado. Con esta cantidad, se trata de evitar pagos fraudulentos entre sujetos.
“La sanción es solidaria, y responderán de ella tanto el pagador como el receptor del dinero, y Hacienda podrá exigírsela tanto a uno como al otro”, señala la organización.
Por otra parte, la persona que denuncie la infracción dentro de los tres meses posteriores al pago quedará exenta de responsabilidades.
Es muy importante tenerlo en cuenta porque. “Si pagas a un empresario o profesional una cantidad superior a 1.000 euros, y ese prestador del servicio decide denunciarte, Hacienda sólo te exigirá la multa a ti”, subrayan desde la OCU.
“Al primero que presenta la denuncia se le exime de responsabilidad”, advierte.
Pagar en efectivo se ha reducido considerablemente en España
Esta forma de pago es cada vez menos habitual entre los españoles. Además, la pandemia ha agravado su situación. Las autoridades sanitarias recomiendan el uso de otras herramientas para este tipo de operación, minimizando así el contacto y el riesgo de contagio.
Aplicaciones como Bizum y las tarjetas de crédito están ganando cada vez más adeptos con la crisis sanitaria. Y es que es una buena forma de no exponerse a tocar dinero que ha pasado por muchas manos.
Según la Encuesta Nacional sobre el Uso del Efectivo publicada en julio, solo el 35,9% de los españoles manifestó usar el efectivo como medio de pago más habitual en 2020. Esto supone un notable descenso que es “sostenido desde 2014”, cuando casi un 80% de los encuestados lo elegía como su método más empleado.
En cambio, “aún se mantiene como el medio más usado en las franjas de población de menor y de mayor edad”. Entre los mayores de 64 años y las personas de entre 18 y 24 años es la forma de pago más habitual aún.
Esta encuesta confirma de esta forma que el efectivo “se ha visto afectado por la pandemia COVID-19 como medio de pago minorista". Así su preferencia de uso se ha quedado en un segundo lugar, tras la tarjeta de débito. Prueba de ello es que el 54,1% de los encuestados apuesta por esta opción como su medio de pago preferido.