Muchos profesionales siguen sumándose al operativo de búsqueda del cocodrilo avistado el viernes en la confluencia de los ríos Pisuerga y Duero en la provincia de Valladolid, sin que, por el momento, hayan dado con algún «indicio» de la presencia de «un reptil de gran tamaño» en la zona, lo cual «no significa que no este». Así lo ha señalado Fernando Gómez, el jefe del Servicio de Rastreo Forestal de la Asociación Chelonia, quien ha negado el hallazgo de un nido o de restos de presa de un cocodrilo, ya que el pez muerto que se ha encontrado esta mañana del lunes en la zona había sido devorado por una nutria.
La búsqueda sigue
A lo largo de este lunes, 8 de junio, los expertos han seguido realizando reconocimientos de la zona, en concreto del área de Pesqueruela, en la confluencia del Duero y el Pisuerga, junto a integrantes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil. Al ser preguntado acerca de si se podría tratar de un cocodrilo del Nilo, como apuntó un especialista en Biología, Fernando Gómez, ha señalado que las condiciones para su vida en esta zona no son las ideales, a la vez que ha matizado que no se sabe cuánto tiempo puede llevar en esta área.
Se está procediendo al «reconocimiento del terreno» en las orillas de los puntos en los que supuestamente fue avistado, primero por un grupo de jóvenes y un día después por un agente municipal, y también por el agua junto con los GEAS de la Guardia Civil. Así, se han inspeccionado las zonas en las que podría «haber tomado el sol» o haberse alimentado. Los hallazgos corresponden a pisadas humanas o marcas en la vegetación realizadas por pescadores, por un lado; y, por otro, a la presencia de otros animales identificados, como la citada nutria, y algunas huellas que no son «diagnósticas».
Las huellas, clarividentes
Se refiere a huellas halladas en la zona que un biólogo señaló que se correspondían con las de un cocodrilo del Nilo, aunque Gómez ha señalado que las pruebas no son «diagnósticas» y no se puede confirmar que se correspondan con esta especie. Así pues, continúa la búsqueda que se prolongará mientras que las condiciones lo permitan y «sin parar» hasta dar con algún «indicio» más fehaciente.
El reptil, se trataría de un cocodrilo del Nilo, mide un metro y medio, su edad oscila entre los 4 y los 6 años, han subrayado los expertos, quienes han incidido en la necesidad de concienciar a la población del peligro de mantener este tipo de mascotas. Para Frederic Casals, uno de los miembros del operativo de búsqueda, ha informado de que «el análisis de las huellas que se encuentren durante la búsqueda es determinante para identificar la especie de la que se trata, que en el caso del cocodrilo del Nilo, como de tantos otros reptiles, puede proceder del comercio ilegal y es muy creíble que se haya escapado de la vivienda de un particular».