Porta d'un concessionari de Nissan

Alerta: Una importante empresa automovilística decide cerrar su planta en España

El cierre forma parte de una reestructuración global de la compañía, y afectará a miles de trabajadores directos e indirectos

Después de meses de incertidumbre, Nissan ha decidido finalmente cerrar su planta de Barcelona a pesar de los esfuerzos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona para que siguiera en marcha. Con este cierre, 3.000 trabajadores españoles  se  quedarán en paro de forma directa y afectará a 13.000 trabajadores de forma indirecta, según informan los sindicatos.

La compañía nipona aún debe comunicar, este mismo jueves, 28 de mayo, la decisión a los trabajadores y responsables de la planta y los sindicatos, en una videoconferencia que se celebrará alrededor de las 8:30 horas. Los sindicatos, por su parte, han convocado una concentración a las puertas de los centros de la Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu.

Ya hacía dos años, según ha explicado la ministra de Industria, Reyes Maroto, que el Gobierno mantiene conversaciones con la compañía japonesa para intentar que no cerraran la planta, la única del Estado que se verá afectada por su reestructuración.

En los últimos seis meses, estas conversaciones se habían acelerado y el gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de la capital catalana habían hecho una última propuesta a Nissan para permanecer en Barcelona, que finalmente ha rechazado.

Nuevo plan global: Renault, Nissan y Mitsubishi se reparten el mundo

El cierre de la planta de Barcelona forma parte de un nuevo plan de reestructuración global de la compañía, que en los últimos años ha visto bajar la demanda de sus vehículos, y que afectará a unos 20.000 trabajadores en todo el mundo, la mayoría en Europa.

La compañía nipona llegó a un acuerdo de colaboración con Renault y Mitsubishi por el que se reparten el mercado mundial y su producción. Cada marca liderará la producción y distribución de vehículos allí donde sea más competitiva, por lo que Nissan enfocará el peso de sus operaciones en el mercado norteamericano, en Sudáfrica, Oriente Medio y los países asiáticos como China y Japón.

Por otra parte, el territorio europeo «se lo queda» Renault, junto con una parte del noroeste del continente africano, Rusia, América Latina y Corea del Sur. Mitsubishi, a su vez, tendrá el control del mercado en el sureste asiático y en Oceanía. Este plan busca recortar gastos y multiplicar la eficiencia de la venta de sus vehículos.

Esta repartición del mundo, en términos económicos y productivos, hará que se reduzca a la mitad (de 8 a 4) el número de plataformas de cada marca. Además, también unificarán su modelo productivo, de manera que una única marca será la encargada de desarrollar un modelo concreto, mientras que el resto de marcas lo replicarán en las otras regiones, reduciendo así la inversión necesaria para la producción de nuevos vehículos.

De momento, sin embargo, Makoto Uchida, CEO de Nissan, y Jean-Dominique Senard, presidente de Renault, han descartado una fusión de las tres empresas y hablan siempre en términos de «mayor integración».

Así pues, esta nueva reestructuración ya hacía prever que la planta de Barcelona no tenía cabida en los planes de la compañía, ya que es la única de España que fabrica vehículos, y esta tarea recaerá ahora en Renault, líder del sector en Europa. Las otras plantas de la compañía nipona en España fabrican piezas también para Renault, y por lo tanto, siguen siendo necesarias y productivas en este nuevo sistema.