Fue una de las consecuencias graves que puede tener el uso imprudente de geles hidroalcohólicos, sobre todo si deja al alcance de los niños. Pasó en un colegio de la localidad pontevedresa de Lalín. Fue allí donde un pequeño cogió un bote de gel de manos en el comedor del mismo y mientras jugaban acabó rociando con él en el ojo a un compañero de 3 años, Fabrizio.
Días después su madre, Jubika como se encuentra su hijo y como están siendo estos días duros de sufrimiento para el niño pero también para ella que ha tenido que dejar su trabajo para dedicarse en cuerpo y alma a cuidar a su pequeño, según explica en 'Espejo Público'.
Jubika confirmaba al programa presentado por Susanna Griso que los muchos cuidados que tiene dar a Fabrizio son ahora mismo incompatibles con mantener su puesto laboral. Y es que después de salir el pasado viernes del hospital el pequeño tiene que guardar reposo en casa y seguir un complicado tratamiento. El niño tiene graves daños en el ojo afectado y ya ha tenido que ser intervenido en dos ocasiones, una de ellas un complicado trasplante de membrana.
«Hay que tener mucho cuidado porque tiene una lentilla intraocular», explica la madre del pequeño confirmando que tiene que ponerle gotas cada tres horas además de tomar antibiótico. Esta medicación sirve para tratarle la úlcera de aproximadamente un centímetro que se le produjo en el ojo por culpa del gel que le cayó dentro de él.
Pero es que además no parece que el niño puede curarse en las próximas semanas. Jubika reconocía en el programa de Antena 3 que los médicos le han dicho que «el tratamiento va a ser a largo plazo, va a tardar lo suyo». Además mientras este dure, el niño no puede ir al colegio y tampoco debería salir de casa. Así que la madre de Fabrizio tendrá que estar pendiente de él en todo momento mientras dure el tratamiento, haciendo más dura su situación familiar.
Sin respuesta por parte del colegio
Mientras ella denuncia su situación, nadie del colegio ha querido dar su opinión, pese a que 'Espejo Público' se ha intentado poner en contacto con ellos, y no se ha hecho ninguna comunicación pública sobre el caso. Jubika además no estaría muy satisfecha con la respuesta del colegio y por eso confirmaba que incluso estaría pensando incluso a sacar a su otro hijo de la escuela. «Lo que estamos pasando yo y mi hijo solo lo sabemos yo y él», explicaba.
Y es que hace unos días ella misma se hacía una pregunta que seguramente también se habrán planteado muchos padres. «¿Por qué estos geles están tan cerca de niños tan pequeños?, el mío tiene 3 años», explicaba.
Hay que recordar que el incidente tuvo lugar en el comedor del centro escolar. Allí los niños, como en muchos otros colegios o escuelas, tenían a mano geles hidroalcohólicos para poder limpiarse las manos como marca el protocolo. El problema obvio es que siendo niños es normal que quieran jugar con él y no piensen en el peligro que corre.
Uno de los compañeros de Fabrizio le lanzó algo de gel sin querer al ojo del niño de tres años causándole una grave herida. En esos momentos fue personal del centro quién llamó al 061 y también dio aviso a Jubika para llevarlo al hospital. Cuando ella llegó, el niño tenía puesta una gasa con agua en el ojo. Así también denunció que «tardaron mucho en llevarle al centro hospitalario» y se plantea si de no haber sido así se podría haber evitado que su hijo tuvieran lesiones tan graves.