La aplicación Google Maps ha sido clave para el emotivo reencuentro entre un joven secuestrado y su familia después de once años. El adolescente de 17 años, identificado como Ervan Wahyu Anjasworo y natural de Indonesia, fue capturado cuando tenía tan solo 5 años.
El joven nació en la ciudad de Sragen, Java Central, donde en 2009 fue secuestrado por un músico callejero que lo obligó a actuar con él.
Un joven secuestrado se reencuentra con su familia después de 11 años
Durante dos años vivió en las calles de diferentes ciudades del país, hasta que un día su secuestrador lo abandonó al huir asustado por las sirenas de la policía.
El niño encontró entonces asilo en la casa de un vecino, pero cuando el hombre murió fue trasladado a un centro de atención de mujeres y menores. De allí fue traslado posteriormente a un internado, donde tuvo que sobrevivir durante ocho años de su vida.
Ervan siempre tuvo el sueño de encontrar a su familia, pero sabía que era como buscar una aguja en un pajar. Los recuerdos de su niñez eran muy vagos debido a la corta edad que tenía cuando fue secuestrado y no sabía ni su lugar de nacimiento.
Todo cambió cuando el joven descubrió la aplicación de Google mientras participaba en un curso de capacitación en un centro de rehabilitación para menores. Fue entonces cuando Ervan decidió utilizar uno de sus escasos recuerdos, un mercado al que acudía con su abuela, para buscar a su familia.
Google Maps le ayudó a localizar a su familia
«Al principio comencé a buscar la ciudad de Solo. Después en Wonogiri, Boyolali y Sragen. Los miré uno por uno en Street View hasta que encontré el mercado tradicional de Gonggang en Sragen, que recordaba de mi niñez», señaló el joven según recoge kompas.com.
Tras recorrerse decenas de mercados a través de Google Maps, Ervan localizó uno que por sus imágenes le resultaba muy familiar. Cogió la dirección y se la dio a un trabajador social que rápidamente se pudo en contacto con los servicios sociales de Sragen.
A los pocos días consiguieron contactar con su familia y el joven recibió un paquete repleto de fotografías de su familia, de la que no sabía nada desde hacía 11 años.
De esta forma, la trágica historia del joven acabó teniendo un final feliz después de una década de sufrimiento, soledad y abandono institucional.