Nerea Arceo Barreiro, una joven de 17 años residente en Rois, se ha suicidado tras varios meses de acoso escolar después de haberse declarado bisexual. Desgraciadamente, no es el primer caso de suicidio que ocurre con una víctima de ‘bullying’, aunque este caso es especialmente sangrante al mezclarse el acoso por orientación sexual con el acoso escolar, un problema social este último que con los años se ha disparado por culpa del uso de las redes sociales.
En este caso, parece que del problema de la joven solo tenían conocimiento sus padres, pues la familia de Nerea ha denunciado que había sufrido durante tiempo acoso escolar en el Centro Público Integrado de Os Dices, en Rois, y en el CEIP A Mahía, de Bertamiráns.
Además, en horas no lectivas el acoso siguió a través de las redes sociales. Esta dura situación llevó a Nerea a caer en una gran depresión e intentarse suicidar en varias ocasiones, un deseo de morir que finalmente la joven ha cumplido.
Colectivos LGTBI ponen el grito en el cielo
Colectivos LGTBI gallegos han lamentado en un comunicado su muerte, calificándola no de suicidio sino de asesinato social: «El odio ha vuelto a matar. Nerea se quitó la vida porque no podía soportar tanto odio. No es solo un suicidio, es un asesinato social», han remarcado.
«Todas y cada una de las personas que la odiaban por ser bisexual, y que lo demostraron, son sus asesinos. Todos aquellos que quizás no la odiaron, pero tampoco la apoyaron, quienes miraron para otro lado cuando fue agredida, por miedo o indiferencia, son cómplices de asesinato», han añadido.
Estas asociaciones han recordado que en la edad de la menor «es difícil hacer frente o escapar de un entorno hostil, en una localidad «pequeña donde todo el mundo se conoce», refiriéndose al entorno rural, donde ser diferente aún es estigmatizado y no visto con buenos ojos.
La familia de Nerea no descarta emprender acciones legales contra los acosadores de su hija, aunque de momento se ha desvinculado de las manifestaciones de los colectivos LGTBI.