Al igual que el verano, estas Navidades también se presentan de lo más confusas y son muchos los que temen no poder celebrar estas fechas tan señaladas con sus familias. La crisis del Coronavirus ha cambiado la manera de relacionarse e incluso puesto límite a las reuniones familiares, por lo que no sería de extrañar que alguien no pudiese sentarse a la mesa junto a sus seres queridos
Las limitaciones para esta Navidad
¿Podré viajar a casa de mi familia? Con Madrid a punto de ser confinada son varios los que se preguntan si podrán viajar a ver a sus seres queridos tras meses de trabajo. A pesar de que las restricciones de movilidad solo se han llevado a cabo en Madrid, lo cierto es que hasta Nochebuena aún quedan unos cuentos meses donde la incertidumbre va a ser la principal protagonista.
En países como Francia, ya han pensado en hacer un confinamiento voluntario del 1 al 20 de diciembre para evitar una posible oleada en Navidad, pese a que el Ministerio de Sanidad galgo, por el momento, se niegue en rotundo.
Mientras tanto, en Cataluña no se permiten reuniones de más de seis personas en los interiores de los hogares con el fin de reducir la posibilidad de contagio, algo que también podría darse estas Navidades.
Cabe destacar que la festividad, unido al exceso de alcohol, facilita a que no se guarden las medidas de seguridad necesarias entre miembros no convivientes que llevan varios meses sin verse. Contando que al menos hay que guardar una distancia de 1,5 metros, habrá casas en los que esto resultará especialmente difícil.
Además de guardar la distancia de seguridad, este año los comensales tendrán que llevar la mascarilla puesta entre plato y plato, ya que únicamente deja de ser obligatoria si estamos comiendo o cenando en nuestro hogar con personas convivientes.
Al hecho de tener que ver a nuestra familia con la mascarilla puesta, hay que añadirle que no se podrán compartir ni vasos ni copas, ni tampoco habrá cotillón en la calle tras una cena con familiares.
Por si esto fuese poco, en pleno invierto, también se recomienda en medida de lo posible dejar las ventanas abiertas con el fin de que haya una buena ventilación natural en el lugar donde se celebre la cena o comida y así pueda disiparse el virus.