El fin de las mascarillas al aire libre está a la vuelta de la esquina. A partir de este 26 de junio y tras más de un año, su uso en la calle ya no será obligatorio. Pero, ojo, que la normativa tiene condiciones.
Existen determinadas situaciones en las que si será necesario ponérsela, como en los espacios cerrados o en concentraciones de mucha gente.
La ley es clara al respecto. Para poder quitarnos las mascarillas se deben cumplir dos requisitos: estar en espacios abiertos y mantener una distancia de seguridad mínima de metro y medio.
Prescindir de ella en determinadas situaciones seguirá siendo objeto de sanción, según recoge el artículo 31 del Real Decreto.
Por esta razón, debemos tener muy claras las situaciones de riesgo en la que tenemos que seguir optando por mantener este elemento de protección.
Además, tal y como advertía en el día de ayer la ministra de Sanidad, Carolina Darias, debemos llevar siempre una mascarilla "con nosotros aunque no esté puesta". Tenerla a mano se antoja fundamental para poder protegernos cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad.
¿En qué situaciones tenemos que seguir llevando mascarilla?
"Las mascarillas dejan paso de nuevo a la sonrisa. Nuestra sonrisa volverá a nuestras calles con distancia de seguridad. Pero son sonrisas visibles para todos nosotros", advertía la ministra de Sanidad durante su rueda de prensa.
Con la flexibilización de esta medida sanitaria, los ciudadanos podremos dar un paso más hacia la ansiada normalidad.
Se ha demostrado que los contagios al aire libre, siempre y cuando se respete la distancia de seguridad, son ínfimos.
No existe ninguna evidencia científica que impida liberarnos de las mascarillas en exteriores, aunque tampoco podemos olvidar que el virus sigue circulando y hay que continuar con las precauciones.
Por esta razón, el uso de mascarillas en espacios cerrados seguirá siendo completamente obligatorio. En establecimientos comerciales, centros de trabajo y, especialmente, en el transporte público, aunque pueda mantenerse la distancia interpersonal.
Solo hay una excepción a esta regla: en las residencias de mayores. Los residentes podrán prescindir del tapabocas en las zonas comunes cerradas si más del 80% de los usuarios tienen la pauta completa de la vacuna. Una situación a la que ya se ha llegado en todo el país.
¿Podremos prescindir de las mascarillas en la playa, la piscina o el parque?
En cuanto a los espacios al aire libre, hay que tener en cuenta que siempre debe mantenerse la distancia de seguridad para poder prescindir de la mascarilla. Ya sea en una playa, una piscina, un parque o en la propia vía pública.
Ante cualquier pequeña aglomeración de gente nos veremos obligados a sacar la mascarilla del bolsillo, debido a la imposibilidad de mantener la distancia de un metro y medio.
Lo mismo sucederá en los conciertos al aire libre. Mientras el público esté sentado en su silla y mantenga la distancia correspondiente no será necesario llevar el tapabocas, pero si la actuación se celebra de pie sí será obligatoria.
En grupo, si se va con convivientes tampoco será necesaria, pero sí habrá que recurrir a ella cuando no se vive con nuestros acompañantes.
En caso de no cumplir las condiciones de la normativa, las autoridades podrán seguir sancionando a las personas que se abstengan de llevar la mascarilla en las situaciones obligatorias.
Como sucedía hasta ahora, las multas por no llevar mascarilla cuando sea necesaria ascenderán hasta los 100 euros.
"Es una medida que nos pone en las mismas condiciones de los países de nuestro entorno que están llevando a cabo la medida de flexibilización de su uso obligatorio. Es una medida que nos acerca a la normalidad, con prudencia y que además nos da alegría colectiva", aseguraba Darias en su intervención.