Una mujer de 35 años se ha quitado la vida en la habitación de un hotel de Oviedo, en Asturias. Lo ha hecho después de 5 años luchando contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) al no poder aguantar más su situación. La Policía ha encontrado una carta y un mensaje grabado en el hotel donde lo explica todo.
La joven leonesa fue diagnosticada con la enfermedad hace unos cinco años, según cuenta El Comercio. Titulada por la Universidad de Gales en ingeniería, llevaba ya un tiempo viviendo en Cangas del Narcea y tenía pareja.
Pero su situación se había vuelto insostenible hasta el punto en el que no pudo esperar a la Ley de la Eutanasia. Cabe recordar que el Gobierno sacó adelante esta Ley, que requiere un tiempo para su aplicación real.
Las personas que quieran recibir la eutanasia tienen que pasar por un proceso que puede llegar a alargarse varios meses. Deben presentar la solicitud y después someterse a un proceso deliberativo que contemple otras vías alternativas. Tres días después, el paciente debe ratificar su voluntad y su médico pedirá opinión a otro profesional.
Este segundo médico tiene 10 días para valorar la situación y comunicar su decisión al paciente. A partir de ahí se inicia un proceso en una Comisión de Garantía y Evaluación que puede alargarse todavía varios días.
Si finalmente se sigue adelante, la ley todavía no recoge unos plazos determinados para llevar a cabo la eutanasia.
Por estos motivos, y ante un sufrimiento que no podía seguir manteniendo más, la mujer decidió acabar con su vida antes. El problema es que para ello necesitó la ayuda de dos amigos, que ahora podrían enfrentarse a consecuencias penales.
La víctima dejó grabado un vídeo y escribió una carta para explicarlo todo y eximirles de cualquier culpa. Pero la Policía Nacional ha abierto diligencias para investigar a sus dos amigos por un posible caso de suicidio asistido. La Policía Judicial está elaborando un informe forense que enviará al juzgado junto a la carta y el vídeo hallados.
Por ahora, lo que se sabe es que la mujer fue diagnosticada hace 5 años. Desde entonces, su calidad de vida había ido empeorando hasta el punto en que ya no tenía autonomía. Según ha explicado una portavoz de la asociación Derecho a Morir Dignamente, eso le llevó a tomar su decisión.
La víctima acudió al hotel junto a un hombre de unos 70 años el pasado martes y reservó una suite. Al día siguiente, dos amigos suyos avisaron a la Policía y los agentes acudieron al hotel.
Allí encontraron a la mujer tumbada en la cama junto a un bote de pastillas, barbitúricos. Junto a ellas había también una carta y una tarjeta de vídeo, pero ya no pudieron hacer nada por salvar su vida.
Los dos testigos que estaban con ella en el momento de su muerte ya han declarado ante la Policía.
Sufría ELA desde hacía cinco años
La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una de las enfermedades más habituales en este tipo de casos. Es una enfermedad que no tiene cura y que solo cuenta con cuidados paliativos para retrasar lo máximo posible la muerte.
La ELA afecta a las neuronas del cerebro, el tronco cerebral y la médula espinal, zonas que controlan el movimiento voluntario de los músculos. Esto hace que, con el tiempo, la persona que la sufre acabe viendo muy reducida su movilidad. En muchos casos, quedan completamente paralizados antes de la muerte.
Las neuronas motoras de todo el cuerpo empiezan un proceso de debilitamiento progresivo durante la enfermedad. Al final, incluso los músculos de la zona torácica dejan de moverse, lo que imposibilita la respiración y provoca la muerte del paciente.
El caso más conocido de esta enfermedad sea probablemente el de Stephen Hawking, una de las mentes más brillantes de la historia.