La clienta de un bar de Begur, en Girona, se ha convertido en noticia después de su exagerada reacción con el camarero que la atendía. Los hechos ocurrieron la tarde del jueves, 12 de agosto, en la citada localidad catalana para sorpresa de todos los clientes.
Según fuentes que presenciaron los hechos han explicado en Informativos Telecinco, todo fue muy inesperado. La mujer estaba sentada en la terraza y fumando constantemente, algo que actualmente está prohibido. Cabe recordar que la prohibición de fumar en terrazas forma parte de las restricciones contra la COVID.
La cuestión es que el camarero le pidió a la mujer, vecina de Lleida de vacaciones en la zona, que parase de fumar. Sorprendentemente, la turista no se tomó nada bien la indicación del camarero, así que decidió emprenderla a mordiscos contra él.
Se da la circunstancia de que la sospechosa es una joven de solamente 17 años y estaba acompañada por otro chico.
Cuando el camarero se acercó a decirles que no podían fumar, el chico fue el primero en responder. "Me tendrás que echar a la fuerza", le espetó, en una clara muestra de que no tenían ninguna intención de cumplir con la normativa.
Ante esto, otro camarero del mismo local se acercó hasta la mesa para repetirles que dejasen de fumar. Cuando este segundo chico se dio la vuelta, la clienta se abalanzó sobre él y le dio varios mordiscos en la espalda, según los testigos. La joven llegó a morderle fuerte en un brazo, dejándole una enorme marca que luego fue publicada en las redes sociales.
"Así ha quedado el brazo de un camarero de Begur después de que una chica de 17 años, bebida y 'tarada', porque no tiene otro nombre, le mordiese porque no podía fumar donde lo estaba haciendo dentro del local. Si no nos ponemos pronto, esto se nos va de las manos", escribe la periodista Marta Rodríguez en Twitter.
Ante esta situación, el camarero agredido acudió a la Policía para interponer una demanda. La chica ya ha sido identificada por los agentes y el caso ha pasado a disposición judicial.
Otra mujer muerde a un policía en Alicante
Lo cierto es que la prohibición de fumar en las terrazas ya ha traído más de un quebradero de cabeza para la hostelería. El caso de Begur se une al ocurrido hace unas semanas en Alicante, donde otra mujer se negó a dejar de fumar en una terraza.
La mujer estaba fumando en una terraza incumpliendo las medidas anti-COVID, por lo que se llamó a la Policía. Cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, el responsable del local confirmó lo que estaba pasando.
Según explicó, él mismo pidió a la mujer que dejase de fumar, pero ella respondió de forma muy agresiva. Se puso a gritar en mitad del restaurante, molestando así al resto de clientes, motivo por el que llamaron a la Policía.
Los agentes le indicaron que no podía seguir fumando en ese lugar y que colaborase con ellos. Pero ella mantuvo su actitud agresiva hacia ellos y les dijo que solo se iba a ir de allí detenida.
A pesar de todo, en un principio los agentes consiguieron convencerla para que se comportase. O eso creían, porque cuando se fueron, ella volvió a las andadas. Los agentes terminaron volviendo al local y la detuvieron por un presunto delito de resistencia y desobediencia a la autoridad.