Plano de detalle de la boca de una mujer sonriendo

Dos clínicas dentales le dejan la boca a medias a una mujer durante cuatro años

La paciente tiene problemas para comer y llevar una vida normal

María Flor lleva cuatro años entre dos clínicas dentales, tratando de recuperar su boca. Esta mujer ha tenido que pasar dos veces por la misma pesadilla.

Para María Flor algo tan simple como poder comer bien es toda una odisea. A pesar de sus esfuerzos, a esta paciente de iDental y Dentix no se lo han permitido.

En primer lugar, la paciente acudió a iDental, que con motivo de su quiebra la derivó a Dentix. En ambas le prometieron acabar con sus problemas a buen precio, pero las dos empresas le dejaron a medias, con el tratamiento sin terminar.

Primera pesadilla

Ella maldice el día en que eligió tratarse en iDental en 2017. Tenía picados los dientes de la parte delantera y empezó a pedir presupuesto en varios dentistas del barrio. «Pero no podía pagarlo. Sólo me ofrecían seis meses de financiación», recuerda. Así que acudió a la clínica tras ver un anuncio de televisión con el lema: ‘Dentistas con corazón’. «Me llamaron, estudiaron mi caso para ver cuánto me podía permitir pagar y me hicieron el presupuesto, 3.268 euros, conforme a mi situación», explica a 'EL ESPAÑOL'.

El día del pago, María Flor comenzó su tratamiento. «Me hicieron una limpieza en junio, pero luego no me volvieron a citar hasta septiembre. Yo llamaba, pero no me cogían el teléfono y no podía acercarme a la clínica todos los días: yo vivo en Alcalá de Henares y ellos estaban en Rivas», cuenta la paciente. Su insistencia dio sus frutos y le hicieron unos empastes, aunque mal hechos. Antes de que María Flor terminase su tratamiento, iDental anunció su cierre definitivo.

Cambio a Dentix

María Flor había pagado a iDental 1.000 euros y, al enterarse del cierre, se puso en contacto con su financiera para que paralizara el préstamo. Finalmente, llegó a un acuerdo con ellos y fue derivada a Dentix en 2018. «Intentaron engañarme metiendo una pieza que estaba bien», explica. Entonces, ella empezó a sospechar. «Yo veía que aquello se parecía mucho a lo que había vivido antes, pero ya estaba allí metida», lamenta.

Cuando entró en Dentix, tenía que hacerse cuatro implantes. A día de hoy, le quedan dos por hacer: uno completo y otro en el que le falta la corona. «Me siento impotente. No sé qué hacer. Anímicamente estoy muy mal», lamenta en conversación con ‘EL ESPAÑOL’.

Estos cuatro años se le han hecho larguísimos. «No he podido comer bien, hay épocas en las que me ha dado vergüenza hablar con la gente… Esta situación me ha influido a nivel de pareja, de madre, de hermana… de todo», lamenta la paciente.

Sin recursos suficientes

María Flor está atrapada. Por un lado, vinculó su salud dental a dos clínicas que ya no operan y, por otro, no tiene suficiente dinero como para acabar su tratamiento en otro nuevo centro y poner así punto y final a su pesadilla.

Con una discapacidad a sus espaldas, María Flor cobra tan solo 707 euros de pensión y tiene que pagar 626 entre la hipoteca y la comunidad. Esta mujer vive gracias a lo que cobra su marido, trabajador del aeropuerto en ERTE.

«Me han visto en otra clínica, pero tendría que pagar 2.300 euros para arreglarme la boca y, hasta ahora, he estado pagando el dinero de mi tratamiento a la financiera de Dentix», explica.

No es la única. Se calcula que hay más de 100.00 afectados por el cierre de las 180 clínicas de Dentix, que esta semana se ha declarado en concurso de acreedores por no poder pagar sus deudas con sus principales financieras: KKR, BBVA y Cetelem. Algo que, realmente, se veía venir desde hace meses, según explican varios afectados, ya que les daban cita y luego se las cancelaban.