La reforma de las pensiones ha echado a andar con la presentación ante la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados de las cuatro medidas planteadas por el Gobierno. Las ha entregado el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, y tienen como objetivo garantizar la sostenibilidad de las pensiones.
La Comisión, creada para llegar a un consenso entre las diversas formaciones políticas, tiene que emitir ahora sus recomendaciones para dar el pistoletazo de salida a la reforma legislativa definitiva. Los partidos ya conocen cuáles son los cuatro cambios que planea el Gobierno.
1. Retrasar la edad de jubilación
El Gobierno quiere aumentar la edad efectiva de jubilación, es decir la edad media a la que se jubilan a la práctica los españoles, para hacerla coincidir con la edad legal de jubilación, que ahora es de 65,8 años y llegará a los 67 en 2027. La Airef estima que por cada año que se aumenta la edad efectiva de jubilación se ahorra un 1,2% del PIB, 14.400 millones de euros.
El ministro cree que la medida puede tener una buena aceptación y propone incrementar los incentivos económicos y realizar fórmulas de compatibilidad con el trabajo. Una solución podría ser que la pensión suba si nos jubilamos más tarde, y también se podría cambiar la regulación de las jubilaciones anticipadas para evitar que sean un recurso muy utilizado.
En estos momentos, en España los que se jubilan más tarde tienen una bonificación del 3,2% pero el Gobierno quiere hacerlo más progresivo ya que ahora se benefician sobre todo los que tienen las pensiones más altas.
2. Fomentar los planes de pensiones
Otra medida pasa por revisar el sistema de previsión social complementaria, que fomenta los planes de ahorro individual para la jubilación. Según el ministro el actual sistema de beneficios que bonifica en el IRPF las aportaciones a planes de pensiones individuales no cumple el objetivo de incrementar el ahorro. El problema es que los jóvenes en general no los usan y acaban funcionando como una subvención implícita al sector financiero.
El plan de Seguridad Social para la reforma de las pensiones plantea fomentar el uso de planes de pensiones de empleo y crear desde la administración un fondo de pensiones de empleo al que puedan adscribirse las empresas. Además se pretende trasladar la fiscalidad favorable de los planes individuales hacia los planes de empleo para beneficiar a las rentas bajas y jóvenes.
3. Pensiones ligadas al IPC
Una de las prioridades del plan es que las pensiones mantengan el poder adquisitivo, y eso genera consenso entre todo los partidos. Para ello es fundamental asegurar que la pensiones subirán año a año en función del IPC. Esto es algo que ya ocurre en otros países de nuestro entorno, con los que España quiere ahora nivelarse.
La estrategia pasa por el Pacto de Toledo recomiende el blindaje por ley de la revalorización de las pensiones con el IPC, lo cual según el ministro reducirá la incertidumbre que hay en la sociedad sobre el futuro pago de las pensiones.
4. Gastos impropios, al Estado
La Seguridad Social gasta 23.000 millones anuales en el pago de apátridas que no tienen nada que ver con las pensiones y que no debería tener que asumir. La propuesta del ministro es que el Estado se haga cargo de estos gastos, una transferencia que permitiría acabar con el déficit de la Seguridad Social y generar confianza en los ciudadanos sobre la continuidad del pago de las pensiones públicas.
Una de las propuestas del ministro es que los autónomos coticen por ingresos reales, en función de los que ingresan, para evitar que el 80% de ellos decidan cotizar por la base mínima de cotización como sucede en la actualidad.