El bombardeo indiscriminado de Rusia contra Ucrania está provocando daños irreparables a miles de personas que asisten a su peor pesadilla. Son 20 días de ataques que se han llevado por delante la vida de personas inocentes.
Una de ellas ha conmocionado especialmente a los medios de comunicación por tratarse de una de las imágenes más crueles de la guerra. El bombardeo a una maternidad de Mariúpol se saldó con varias víctimas civiles y con la imagen de una embarazada trasladada en camilla.
Una mujer que luchaba por sobrevivir y que, desgraciadamente, ha terminado perdiendo la vida junto al bebé que esperaba.
Muere la mujer embarazada y su bebé
Putin está sobrepasando todos los límites en esta guerra sin sentido al cometer crímenes de guerra contra civiles. Poco le importa si las bombas caen en plataformas militares o en hospitales atestados de niños o mayores.
El ataque a una maternidad de Mariúpol fue la constatación de la parte más cruel del conflicto bélico ideado desde el Kremlin. Todo el mundo se conmocionó ante la fotografía de una mujer embarazada siendo trasladada para salvarle la vida tras el bombardeo.
No hubo medio de comunicación que no se hiciera eco de lo ocurrido, mostrando la desesperación y la angustia del momento. El rostro de la mujer se ha convertido en todo un símbolo mientras que con su mano se acariciaba la barriga.
Una barriga en cuyo interior se encontraba su bebé al que esperaba poder abrazar algún día. Sin embargo, ese deseo no se ha podido cumplir. Ya que, tal y como informan, madre e hijo han fallecido a consecuencia de las heridas.
“¡Mátenme ya!”
Fue el pasado miércoles 9 de marzo cuando se cernió sobre Mariúpol la peor de las tragedias. Los periodistas de Associated Press fueron los encargados de hacer llegar al mundo la imagen desoladora del rescate de la mujer embarazada.
Fotos y vídeos del momento angustioso que vivieron los allí presentes y que reflejan el infierno que Putin ha desatado sobre Ucrania. Rápidamente la mujer fue llevada a otro hospital para tratar de salvarles la vida tanto a ella como a su bebé.
Sin embargo, ella sabía que algo no marchaba bien y que la vida de su pequeño corría peligro. Tal y como cuentan los médicos, comenzó a gritarles para que se centraran solo en salvarle la vida a su hijo. “¡Mátenme ya!”, les pidió desesperadamente.
Su pelvis estaba destrozada y su cadera desencajada, por lo que le practicaron una cesárea de urgencia. Por desgracia, tras sacar al bebé este no presentaba “signos vitales” y solo pudieron certificar su muerte.
Tras esto, tocaba intentar salvar a la mujer. “Más de 30 minutos de reanimación en la madre no dieron resultado”, informaron los médicos. “Ambos murieron”.
Dado el caos que reinaba en esos momentos, no pudieron registrar en el hospital el nombre de la mujer. Por fortuna, su marido y su padre acudieron para recoger los cuerpos sin vida de madre e hijo.
Ahora, ambos podrán reposar juntos y su familia podrá velarlos. Algo que no podrán hacer cientos de familias cuyos miembros han sido enterrados en las fosas comunes cavadas en Mariúpol.
Rusia negó el ataque el hospital
La noticia del bombardeo a la maternidad de la ciudad ucraniana conmocionó a todo el mundo y provocó la ira de los detractores de Putin. Desde el Kremlin negaron haber bombardeado el hospital y los embajadores rusos dijeron que eran “noticias falsas”.
Pero los periodistas allí trasladados mostraron la realidad de los ataques y documentaron los daños y las víctimas desde el primer momento. Madres embarazadas que huían aterrorizadas, niños llorando y unas instalaciones completamente destruidas.