Tristeza en Oviedo por la muerte de Lucía Bardón, la niña de 8 años que hace tiempo luchaba contra una enfermedad rara. Su caso consiguió levantar una ola de solidaridad. Varias peñas del Real Oviedo se movilizaron para recaudar fondos en lo que se conoció como “la marea azul”.
Lucía padecía una enfermedad rara desde su nacimiento y tanto ella como sus padres lucharon hasta el final para encontrar una salvación. Finalmente no pudo ser, y la pequeña ha muerto acompañada por sus seres queridos. Deja tras de sí un ejemplo de fortaleza, y el cariño de mucha gente anónima que se volcó en su situación.
El cuerpo de la niña ha viajado hasta Montrondo, León, de donde es originaria la familia. Allí tendrá lugar la ceremonia para despedir a la pequeña, en la iglesia parroquial de Santa María. Su muerte ha generado todo tipo de reacciones y mensajes de despedida.
Lucía y la ‘marea azul’
Lucía Bardón González padecía citamegalovirus, una enfermedad rara que produce daño cerebral y limita la capacidad motora. Esta dolencia amenazaba su vida y mermaba su calidad de vida seriamente. Obtuvo el máximo grado de dependencia, y su madre dejó de trabajar en la peluquería para cuidar de ella.
Sin embargo, la situación económica familiar era insuficiente y los medios dieron a conocer el caso. Las peñas oviedistas ‘Doble A’ y ‘La Colonia’ se pusieron manos a la obra para conseguir fondos para la niña. De ahí nació la campaña de recaudación que llenó la capital asturiana de huchas azules solidarias.
Gracias a los donativos se pudo costear una silla postural y dos audífonos especiales para mejorar su calidad de vida. Otra peña del Real Oviedo, ‘Cielo Azul’, organizó un encuentro de fútbol entre veteranos y el Arenas del Sella. Todos los beneficios se destinaron a los cuidados de la menor.
Problemas de visión, audición y movilidad
Lucía era alumna del colegio de educación especial Santo Ángel de la Guarda de Oviedo. Su enfermedad fue causada por un virus relativamente común, con síntomas parecidos a la mononucleosis. En su caso, uno entre muchos, al transmitirse a través de la placenta provocó en el feto daños importantes.
La pequeña padecía problemas de visión, audición y movilidad que requerían atención las 24 horas del día. La ayuda oficial no permitía a la familia acceder al material necesario para garantizar su calidad de vida. Pero encontraron en los aficionados oviedistas una familia comprometida con su situación.
También recibió el apoyo de personalidades como el boxeador Aitor ‘El Diamante’ Nieto. La sociedad se volcó en las iniciativas solidarias que organizaron las entidades, y consiguieron mejorar el nivel de vida de Lucía. Sin embargo, la suya era una enfermedad muy grave que finalmente no ha podido superar.
Una lucha titánica
Gracias a la solidaridad de muchas personas anónimas, los padres de Lucía han podido darle una calidad de vida hasta su fallecimiento. El empeño de estos padres ha sido fundamental para que la niña pudiera luchar de forma titánica contra su situación. Lo ha hecho durante ocho años, de forma admirable.
El suyo es un ejemplo para muchas personas que en España sufren algún tipo de dolencia poco común. Se consideran enfermedades raras aquellas que afectan a menores de 5 personas cada 10.000 habitantes. En España hay más de tres millones de personas con enfermedades poco frecuentes.
A Lucía le diagnosticaron citamegalovirus una semana después de nacer. Es un virus relativamente común que, cuando lo contraes, se queda dentro de tu cuerpo para toda la vida. El caso de la pequeña ovetense era raro, porque fue transmitido dentro de la placenta y le provocó lesiones muy graves.
VÍDEO DEL DÍA