La Guardia Civil se encuentra actualmente investigando la muerte en extrañas circunstancias de Iván, un joven de 23 años que apareció sin vida en la provincia de Sevilla. Según fuentes de la Benemérita, el joven era vecino de Los Palacios y Villafranca, en la provincia sevillana, y sus familiares denunciaron su desaparición durante la tarde del domingo, 17 de enero, alrededor de las 16:40 horas.
Según las primeras informaciones, recogidas por 'ABC Sevilla', Iván habría participado en una fiesta la noche anterior junto a algunos amigos, en una localización próxima a donde finalmente apareció su cuerpo. De hecho, la última vez que se le vio fue al marcharse de la fiesta, a apenas un kilómetro del lugar donde más tarde apareció su cuerpo.
Sus familiares, alertados por su ausencia en casa, pusieron la denuncia ante la Guardia Civil y pidieron ayuda en las redes sociales, que compartieron la ficha de Iván con información sobre él por si alguna persona tuviera alguna pista sobre su paradero.
La asociación ONGD Equipos de Respuesta Inmediata en Catástrofe de Andalucía empezó incluso a montar un dispositivo de búsqueda con varios voluntarios, que iba a empezar a rastrear la zona este mismo lunes, aunque la aparición de su cuerpo durante la madrugada ha hecho que ya no sea necesario.
Fue el padre de Iván quien, acompañado por voluntarios del Club Híspalis 4x4, peinó la zona del Muro de Maribáñez y acabó dando con el cuerpo del chico. El cuerpo se ha levantado sobre las cinco de la madrugada y se le ha trasladado al Instituto de Medicina Legal para practicarle la autopsia y determinar las causas de la muerte, aunque las primeras hipótesis de la Policía apuntan a una muerte accidental.
Algunos familiares del joven se han mostrado muy molestos con la Guardia Civil en las redes sociales, porque consideran que el cuerpo policial no montó el dispositivo de búsqueda nada más conocerse la desaparición, y creen que de haber sido así, quizás podrían haber encontrado a Iván con vida.
Casi cuatro años de cárcel por intentar matar a un hombre en Camas
Un hombre acusado de intentar matar a otro mediante un atropello en la localidad sevillana de Camas ha sido condenado a tres años, nueve meses y un día de cárcel. La Fiscalía pedía casi once años, mientras que los familiares de la víctima pedían hasta 18, pero el hecho de haber reconocido la culpa y la reparación económica le ha permitido rebajar la condena.
Los hechos ocurrieron en noviembre del 2019 en Camas, cuando Miguel Ángel A.C. intentó acabar la vida con otro hombre atropellándole con su coche. La víctima circulaba por la calle con su mujer y su hijo de seis años. El hombre se dirigió a atropellar a la víctima, incluso golpeando al hijo pequeño de este, y finalmente se dio a la fuga en la furgoneta con la que circulaba, y que tampoco estaba dada de alta en la Jefatura Provincial de Tráfico.
La Fiscalía pedía 11 años de cárcel y sus familiares 18, pero finalmente alcanzaron un acuerdo con la defensa del sospechoso, apreciando la reparación económica y la atenuante de drogadicción, consiguiendo finalmente menos de 4 años de cárcel.
El motivo del intento de atropello fueron las desavenencias familiares entre el autor del atropello y la víctima, que venían de antes y se siguieron produciendo después. De hecho, días después del atropello, familiares de la víctima dispararon a Miguel Ángel.
El acusado, preguntado por la Fiscalía en el juicio, reconoció los hechos, aceptó el pacto alcanzado entre su defensa y el ministerio público y pidió perdón a las personas afectadas por su conducta. Además, Miguel Ángel admitió ser consumidor de alcohol, cocaína y heroína de forma habitual, por lo que se le aplicó atenuante de drogadicción.
El condenado también pagó 2.000 euros a la familia como parte de reparación de daño, aunque la Fiscalía ha pedido 8.000 euros más que pagará la aseguradora del vehículo.