Si por algo sirve tener muchos seguidores en la red es para poder concienciarlos de algo importante. Es el poder que tienen las 'influencers' y Jose Mari, una de ellas, lo utilizaba para concienciar a sus seguidores sobre la gravedad de los trastornos alimentarios, como por ejemplo la anorexia, que ella misma sufría. La 'influencer' alemana hacía partícipes a sus seguidores de su dura lucha contra la enfermedad. Desgraciadamente, Jose Mari ha muerto a sus 24 años.
La joven, que había decidido pasar unas vacaciones en las Islas Canarias, perdía la vida en el avión, a raíz de una insuficiencia cardíaca, según informa 'The Sun'. Josi Mari habría perdido la conciencia por problemas circulatorios y habría quedado tendido en los brazos de la amiga con la que viajaba.
Josi Mari, con más de 130.000 seguidores en Instagram, no dudaba en advertir de los graves problemas que conlleva una enfermedad como la que sufría, la anorexia, a todos sus seguidores y seguidoras. Pretendía que los jóvenes tomaran conciencia de la gravedad de los trastornos alimentarios.
En su perfil de Instagram se percibía la gravedad de su enfermedad. En sus fotos, Josi Maria aparecía siempre con un cuerpo muy delgado y con cara de poca salud. En una de ellas, que la 'influencer' alemana publicó el pasado mes de junio, aseguraba no estar orgullosa de su aspecto y explicaba por qué hacía públicas sus imágenes: «No publico esta foto porque esté orgullosa de mi apariencia. Y no, tampoco no lo estoy publicando porque quiera motivar a otros a que se parezcan a mí. De hecho, la razón por la cual publico esta foto es porque estoy en un viaje y quiero que me acompañéis. Quiero compartir mis pensamientos y demostrar que estoy luchando activamente contra la anorexia».
Tener muchos seguidores en las redes conlleva recibir mucho apoyo de muchísimas personas desconocidas, pero también muchas críticas, a veces muy crueles. De sus palabras se desprende que no todo el mundo entendía por qué Josi Mari mostraba públicamente su delgadez, algo que ella sabía cómo justificar: «También quiero decir que no debemos escondernos, sin importar qué enfermedades psicológicas tengamos. Y quiero deciros a todos los que dudáis de vuestro aspecto que sois maravillosos, que seáis vosotros mismos y no intentéis cambiar. Sigue tus sueños, lucha duro y verás las recompensas», seguía escribiendo.
La 'influencer' alemana, a quien su madre define como un «ángel en la tierra», no ha conseguido sobrevivir a su enfermedad, pero su lucha y sus ganas de concienciar acerca de la gravedad de los trastornos alimentarios quedaran muy vivos en la mente de muchos jóvenes que la acompañaban en lo que ella llamaba su 'viaje'. «Te queremos, te admiramos. Hemos visto impotentes como has perdido esta batalla. Pero siempre estarás con nosotros, en el fondo de nuestros corazones. Simplemente inolvidable», escribía la madre de la joven en sus redes sociales. Está claro que Josi Mari deja una enorme huella en muchas personas.
Los trastornos alimentarios, al alza en España tras el confinamiento
Justamente el pasado 30 de noviembre la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB) alertaba de que «probablemente» este 2020 acabará con unas 5.000 demandas de ayuda por trastornos de la conducta alimentaria (TCA), más del doble que las 1.950 recibidas en 2019.
La directora de la entidad, también psicóloga, Sara Bujalance, afirmaba que «el Covid-19 y el confinamiento están pasando factura a la salud mental». Han aumentado los casos de pacientes enfermos, pero también la gravedad de estos casos, además de disminuir la edad media en la que empieza la enfermedad. Este retroceso de la edad media hasta los 9 o 10 preocupa mucho a la entidad.
«Muchos chicos y chicas, sobre todo chicas, están ingresando en las unidades de tratamiento con una situación bastante agravada a raíz del confinamiento de los últimos meses», explicaba Bujalance. La sintomatología que se ha multiplicado pasa por la restricción alimentaria, las purgas, la actividad física compulsiva, alteraciones del estado de ánimo, irritabilidad, depresión, ansiedad, pensamiento suicida y conflictividad con la familia, entre otros.
«El hecho de estar en casa, sin poderte mover, y enfrentándote a una comida al menos tres veces al día, es una situación altamente estresante para una persona que está sufriendo un TCA», ha expuesto la psicóloga. La entidad recordaba en este sentido que, durante los meses del primer confinamiento, de marzo a junio de 2020, el aumento de las consultas que recibió fue todavía más alto, ya que registró el triple que en el mismo período de 2019.