El caso de un vecino de Coria del Río (Sevilla) que se quemó a lo bonzo en plena calle ha acabado en tragedia. El hombre, de 49 años, ha muerto en el hospital donde quedó ingresado el pasado martes. Otro joven que intentó auxiliarlo resultó herido.
El suceso ocurrido el martes de esta misma semana tiene a los vecinos de Coria del Río consternados. Un hombre se echó gasolina encima y se prendió fuego en una plazoleta. Sucedió en la calle Duero, en la barriada de La Paz.
La rápida actuación de los vecinos impidió que el hombre muriera allí mismo. Consiguieron sofocar las llamas con una manta y quitarle la ropa quemada. Llamaron al servicio de emergencias del 112, que recibieron el aviso sobre las 21:30 de la tarde.
Los sanitarios se desplazaron hasta el lugar y tras realizar los primeros auxilios, lo llevaron al hospital. Quedó ingresado en la unidad de quemados del Hospital Virgen del Rocío, en Sevilla. Fuentes municipales han confirmado su fallecimiento esta mañana.
Entre las personas que intentaron ayudar a la víctima estaba un chico de 19 años. Resultó herido con quemaduras y fue trasladado al centro de salud Blas Infante de Sevilla. Allí se recupera de las heridas, ajena al trágico destino de la persona a la que intentó socorrer.
Los posibles motivos del suceso
“Quemarse a lo bonzo” es una expresión de denomina una forma de suicidio. Consiste en acabar con la propia vida rociándose gasolina y prendiéndose fuego. Aunque podría ser una simple forma de suicidio, normalmente se vincula con alguna forma de protesta.
El origen de esta expresión se remonta al 11 de junio de 1963, cuando un monje budista se prendió fuego en una calle de Saigón (Vietnam). Lo hizo sentado en el suelo, en posición de flor de loto, sin inmutarse. Protestaba por la persecución religiosa en el país.
Aquel suceso inmortalizado en una histórica fotografía dio la vuelta el mundo. El término “bonzo” significa “monje budista”. Desde entonces, “quemarse a lo bonzo” suele ser sinónimo de sacrificio en público por solidaridad o como forma de protesta.
Se desconocen los motivos exactos por los cuales el vecino de Coria del Río se ha quitado la vida de una forma tan traumática. Los testigos no recuerdan haberle escuchado decir nada, antes de hacerlo. Tampoco dejó ninguna nota de suicidio ni nada parecido.
Una posibilidad es que la víctima quisiera, sencillamente, quitarse la vida. Pero la forma de hacerlo es muy inusual, sobre todo si no va acompañada de alguna reivindicación. Parece más bien una forma de llamar la atención, aunque por motivos desconocidos.
Una forma inusual de matarse
Esta forma de matarse es inusual y sucede cada cierto tiempo en varias partes del mundo. En España, la última fue en noviembre del año pasado. Un preso del centro penitenciario de Villena (Alicante) se quemó a lo bonzo.
La asociación de trabajadores penitenciarios describió el suceso como “horroroso y espeluznante”. En torno a las 12:30 del mediodía, en el departamento de Enfermería de la prisión vieron como un interno con problemas psiquiátricos se quemaba a lo gonzo.
El reo ya había protagonizado otros sucesos de este tipo anteriormente. En esa ocasión se prendió fuego con la intención de suicidarse. Afortunadamente pudieron apagara las llamas y trasladarlo a la unidad de quemados del Hospital General de Alicante.
Hace apenas un mes, un joven de 26 años amenazó con quemarse a las puertas de los Servicios Sociales de Puerto del Rosario (Fuerteventura). Esta vez, el protagonista no cumplió sus amenazas y acabó siendo trasladado en ambulancia al hospital.
El hombre había acudido a los servicios sociales para tramitar una demanda, pero no fue atendido. Salió del edificio y se dirigió a la gasolinera más próxima para comprar gasolina. Volvió con la intención de quemarse vivo, pero fue reducido por un operario.