Más de un año después que se produjera el terrible suceso, la Guardia Civil ha podido esclarecer la muerte de Ginés Priede Junco, un vecino de Xixún de 68 que apareció con un disparo de escopeta en la cabeza. Finalmente, se habría podido probar, según explica 'La Nueva España', que no habría sido asesinado sinó que se habría suicidado para intentar simular un crimen e intentar incriminar a su exmujer.
Con una fuerte depresión, la culpaba a ella de todos sus problemas, incluidas sus dificultades para poder obtener una pensión. También le recriminaba que estuviera a punto a de desahuciarle de la casa donde en esos momentos residía
Priede, con diversos antecendentes por robos o estafas, tuvo la colaboración de un antiguo compañero de celda, Paulino LL. G., de 57 años. Este fue quién consiguió el arma que solicitó a su vez a un tercer implicado; Alejandro G. R, de 37 años, con la excusa de perpetrar un robo.
Su verdadera intención era ayudar a su amigo Ginés, aunque no se atrevió a ser el autor de los disparos. Fue Ginés quién se disparó y acabó con su vida en el acto, aunque por si acaso había llegado a buscar en Internet si era posible sobrevivir a un disparo en la cabeza. Paulino, que estaba presente en ese momento, se limitó a recoger el arma y devolvérsela a Alejandro.
La Guardia Civil desde el principio obtuvo varios indicios que apuntaban a un posible suicidio. Primero, el propio comportamiento de la víctima que no paraba de hablar de sus desgracias y de su intención de suicidarse. Segundo, un incendio provocado a unos 70 metros de la vivienda que no causó daños estructurales. Por último, la dirección de la bala y la postura en que fue encontrado el cuerpo no encajaban.
Finalmente el 25 de octubre de 2019, más de un mes después de la muerte, se pudo empezar a esclarecer el caso. Y todo por culpa de Alejandro. Este coincidió con familiares de su mujer en el Hospital Universitario Central de Asturias y según él, le amenazaron de muerte. Su respuesta fue ir al coche y coger una recortada, precisamente el arma utilizada por Ginés para acabar con su vida.
Los vigilantes pudieron reducirle y este ingresó en prisión, también por otro delito anterior. Tras estar dipositada en Intervención de Armas de la Guardia Civil, se pudo confirmar que la escopeta había sido utilizada por Priede para acabar con su vida, implicando Alejandro como propietario del arma y a Paulino, que también estaba en prisión por otros delitos, como colaborador del suicidio