Anthony Williams, culturista británico muerto por coronavirus en 2021

Fallece por coronavirus un deportista de 46 años, 'fanático' de la salud

Su entorno no comprende cómo alguien tan «saludable» pudo enfermar tanto

El coronavirus nos ha demostrado que no entiende de edad, de raza o de sexo; ni siquiera de poder adquisitivo. Pero, además, aunque en un principio creímos que era necesario tener algún problema de salud previo al contagio para acabar ingresado por Covid e incluso fallecer a causa del virus, ahora sabemos no siempre es así y que, en algunos casos, personas totalmente sanas, sin patologías previas, terminan en la UCI, viven momentos realmente críticos e, incluso, pierden la vida.

Hace poco trascendía, en este sentido, la muerte por coronavirus de un británico que, lejos de tener una mala salud, dedicaba su vida a ella. Se trata de Anthony Williams, un culturista al que la pandemia se ha llevado por delante. La víctima, de 46 años, perdía la vida el pasado 13 de enero dejando atónitos a todos sus seres queridos y conocidos. Williams podía presumir de buena salud. Incluso se podría decir que era un fanático de ella. Ejercitaba su cuerpo en el gimnasio continuamente, además de participar en concursos de culturismo. Y seguía su dieta a raja tabla. Quizá por eso su defunción ha causado verdadero impacto en su entorno.

Anthony se contagió de coronavirus y, durante la debida cuarentena, su salud y su respiración fueron empeorando de manera gradual, lo que le obligó a ingresar en el Hospital Princesa de Gales, en el municipio de Bridgend. Pero su estado no mejoraba y finalmente, el 25 de diciembre, justo el día de Navidad, tuvieron que traspasarle a la UCI e inducirle el coma. Menos de un mes después, el británico fallecía en la cama del hospital, según avanzaba 'walesonline.uk'. Anthony no pudo recuperarse del fuerte impacto que causó la Covid en su organismo.

Estupefacción por la pérdida de alguien tan «saludable»

«Conozco a Anthony desde que tenía 19 años y siempre ha sido un fanático de la salud», asegura su amigo Andrew Follant al medio citado. «Probablemente pasase más tiempo en el gimnasio que en su propia casa. Estaba en la bicicleta elíptica durante 20 minutos todas las mañanas y luego, otra vez por las noches», añade. Follant es uno de las muchas personas del entorno de Williams que quedaron estupefactos ante la trágica noticia: «Solía hacer culturismo en Rhondda hace muchos años. Comía siete u ocho comidas al día de pollo y arroz; su régimen era increíble». Su amigo asegura que «nunca hubiera pensado que alguien tan saludable se enfermaría tanto y, mucho menos, moriría de coronavirus».

Para Follant, que además de un buen amigo de Anthony era compañero de trabajo suyo, la muerte de Williams es una muestra más de lo «malvado» que es este virus. Los dos trabajan juntos en una empresa de reparación de automatización y electrónica industrial llamada Kontroltek. Justamente la compañía se ha pronunciado en una campaña en GoFundMe, creada para recaudar fondos para la familia de Anthony, en especial para su mujer y su hija Nikki, en un momento tan duro para todos.

«Anthony pasó casi una década ayudándonos a hacer crecer la empresa año tras año. Había estado en contacto con miles de clientes en este tiempo, formando relaciones profundas, duraderas y comprensivas con muchos. Estamos seguros de que hay numerosos clientes en todo Gales e Inglaterra que tienen buenos recuerdos de haber trabajado con él. Era amable, leal, divertido y de carácter único, siempre considerado con los demás», se puede leer en el homenaje a Williams.

Sin duda, el británico es otra víctima inocente del coronavirus que ha visto como en cuestión de días la pandemia truncaba su vida. Anthony tenía planes de boda para este 2021 con su pareja, Nikki Smith. Una deseada celebración que el 2020 les obligó a cancelar y que el coronavirus les niega ahora para siempre.