Mónica se enamoró locamente del hombre que esta pasada noche acabó con su vida a cuchilladas. Así lo explica el entorno de la víctima, que hoy se han levantado sacudidos por la noticia. La muerte de una de sus vecinas más queridas ha causado en el barrio de El Birloque tanta consternación como sorpresa.
Consternación porque Mónica Marcos, de 52 años, regentaba la panadería del barrio y atendía todos los días a los vecinos con una sonrisa. Trabajaba de cara al público en la panadería El Birloque y eso hizo que fuera muy conocida y querida por todos. Su repentina y trágica muerte ha sido un golpe para todos.
Y sorpresa porque los que la conocían aseguran haberla visto muy enamorada de su pareja a pesar de que llevaban poco tiempo juntos. El presunto autor de los hechos está desaparecido y tiene antecedentes por violencia de género. Mónica es la víctima número 35 del machismo en España este 2021.
Los hechos sucedieron sobre la 1 y media de la noche en el domicilio de la pareja, en la calle Juan Darriba del barrio coruñés de El Birloque. Nadie escuchó gritos ni ruidos sospechosos. Pero cuando uno de los hijos de la víctima llegó a casa se encontró a la mujer tirada en el suelo en un charco de sangre.
Madre dos hijos, Sheila y Manuel
Mónica era una mujer de constitución delgada, pelos rizado y rubio y piel morena. Era madre de dos hijos, Sheila y Manuel, fruto de una relación anterior. Hace dos meses empezó una nueva relación con un hombre y, a pesar del poco tiempo que llevaban juntos, él se había ido a vivir con ella.
"Era encantadora, muy buena chica", recuerda hoy Belén con un poso de amargura. "Coincidí con ella el pasado sábado en una cafetería de Matogrande y los dos estaban muy acaramelados", explica para La Voz de Galicia. Al parecer, la pareja no daba signos de problemas o enfrentamientos.
"Se les veía muy contentos, y a ella se la veía muy enamorada, parecían dos adolescentes", asegura esta vecina. También cuenta que "esta mañana me llamó mi marido para contarme lo que había ocurrido y no lo podía creer". Se ha acercado hasta el lugar de los hechos "para ver si era verdad".
Desafortunadamente las noticias eran ciertas: "Ahora veo a toda la prensa aquí y la panadería cerrada". Junto a ella y su madre Isabel se juntaban otros vecinos curiosos, y deseosos de saber lo que pasaba. "Era muy alegre, muy activa y se cuidaba mucho, se conservaba muy bien", cuenta Belén.
Atendía a los clientes con su hermana
Quien también ha hablado es Elena, amiga íntima de la víctima y que se enteró de su muerte por la radio. "Ella se enamoró, y como cliente y amiga me sorprendió mucho que en seguida lo dejara entrar en el despacho de la panadería con ella", asegura. Y añade: "Cuando nosotros entrábamos él se escondía, nunca nos gustó mucho.
Su único deseo ahora es "que lo cojan pronto". Lo dice entre lágrimas y tratando de asumir aún lo ocurrido: "Mira, tengo la piel de gallina, qué horror". Elena ha perdido a su amiga en un nuevo caso de violencia de género, justo cuando la panadera había recuperado la ilusión con su nueva relación.
La panadería que regentaba es una empresa familiar con muchos años de existencia. Durante todo este tiempo se ha labrado una clientela fiel con sus "empanadas muy ricas y comida para llevar, muy buen producto". Mónica atendía los clientes junto con su hermana repartiéndose los turnos.
Una de esas clientes fieles, Aurora, las recuerda "a las dos de pelo claro, de mediana estatura y muy parecidas físicamente, yo a menudo las confundía". Asegura que eran muy queridas por todo el mundo y que la noticia ha causado un gran pesar. También se enteró del crimen por la prensa: "Ahora venía a por pan y me encuentro con este panorama".
El autor sigue desaparecido
El dolor cundía hoy entre clientes, proveedores y vecinos del barrio, y todos destacaban el buen trato que les dispensaba siempre Mónica. También explican que se había separado hacía tiempo del padre de sus hijos, y que desde entonces tuvo varias parejas antes de conocer a su verdugo y juntarse con él.
La panadera pertenecía a una familia numerosa formada por dos hermanas y tres hermanos que siempre estuvieron muy unidos. Su padre trabajó muy duro para sacar adelante la empresa familiar y perdió a su mujer hace unos años. La muerte de Mónica ha sido un golpe muy duro sobre todo para ellos.
La policía trata de conocer ahora el paradero del presunto autor de los hechos, y mantiene abierta la investigación. Esta mañana han estado en el domicilio de la familia recogiendo pruebas. La gran duda ahora es saber si el asesino está vivo o muerto, y qué le empujó a cometer semejante crimen.