Hace más de un año que el Covid-19 llegó a España y cambió la forma de vivir de sus habitantes. Desde entonces, el país ha estado inmerso en olas de grandes contagios que se han ido intercalando con épocas más tranquilas. A juzgar por lo que dicen quienes se encargan de investigar la evolución de la pandemia esto último no se descarta, por ahora, que vuelva a ocurrir.
«Cuanto más tiempo estamos en una meseta inestable, más fácil es que rompa hacia arriba, que vuelva a explotar de forma exponencial. La experiencia nos dice que romper hacia abajo no es probable», advierte José Luis Aznarte, profesor del Departamento de Inteligencia Artificial de la UNED. Y es que la pandemia no ha acabado, ni mucho menos.
Este científico lidera el equipo que ha desarrollado PreCoV2, un modelo de inteligencia artificial que predice la evolución de la pandemia del Covid-19. Para ello usa series de datos temporales, extrae el comportamiento más probable en el futuro, la tendencia que seguirá la curva.
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Además, este modelo trabaja con datos de casos confirmados, hospitalizaciones, UCIS y defunciones de todas las provincias, y los cruza con los datos de movilidad de los teléfonos móviles.
Su fuente es la web Escovid19data, un proyecto colaborativo que contiene datos actualizados de la pandemia en abierto, hecho que los diferencia de los que ofrece Sanidad, en formato PDF y poco útiles para manejarlos.
El modelo liderado por profesor del Departamento de Inteligencia Artificial de la UNED elabora predicciones a 7 y a 14 días y ahora mismo sus predicciones no son nada esperanzadoras.
Según este modelo, se ha parado el descenso de casos. La situación iba bastante bien, pero parece que va a volver a torcerse.
No obstante, hay que tener en cuenta que este «modelo se basa exclusivamente en los datos, no es un modelo epidemiológico, no tenemos en cuenta las circunstancias cambiantes, de hecho partimos de que no va a haber cambios sustanciales sobre lo que hay hoy».
Meseta inestable
«La curva ha bajado mucho desde mediados de febrero, pero el descenso ya es mucho menos acusado estos días. No es la primera vez que el modelo ve esto, ya ha ocurrido antes, y sabemos que cuando empiezan a bajar más despacio es probable que empiecen a subir pronto», advierte José Luis Aznarte Aznarte. De ahí lo de «meseta inestable». Es como si el virus estuviera cogiendo fuerzas ahora, para volver a explotar próximamente.
«Se ha interrumpido el descenso acusado que estábamos viendo, se ha ralentizado. Los datos ni suben ni bajan ahora mismo», algo peligroso según este experto.
«Por lo que hemos visto hasta ahora, sabemos que este modelo tiene una facilidad muy grande para aumentar de forma explosiva. Mantenernos en una meseta inestable es muy arriesgado. Es mucho más probable que la curva suba a que se desintegre», añade.
¿Qué pasa con la vacunación?
«Las vacunas suponen un cambio enorme y el modelo lo percibe. No le decimos qué número de personas hay vacunadas, pero el modelo lo va infiriendo», advierte José Luis Aznarte. Debido a la campaña de vacunación, es probable que la tendencia mejore «pero no en dos semanas’.
«Este modelo no ve más allá de 2 semanas», por eso, de momento, este efecto esperanzador de las vacunas no se ve.
Las vacunas son las únicas que pueden romper la meseta, según Aznarte, pero deben hacerlo junto con las restricciones de la movilidad.
Para este científico son dos elementos fundamentales para que la curva que proyecta su modelo se modifique.
En ese sentido, a este profesor universitario le preocupa la Semana Santa. Y es que la experiencia en Navidad ha demostrado que el aumento de la movilidad supone una crecida importante de las infecciones y para este científico las muertes de la ola de febrero eran evitables.
La vista puesta en el futuro
A pesar de todo, este experto en Inteligencia Artificial prefiere mirar un poco más allá y cree que habría que hacer algunos cambios. «¿Nos merece la pena vivir en una meseta inestable para mantener viva la economía?», se cuestiona.
José Luis Aznarte es partidario de adoptar la estrategia «covid zero», lo que significa optar por erradicar al virus, en vez de convivir con él. «Se trata de invertir mejor los recursos, si tienes que controlar 15 casos positivos los vas a controlar mejor que cuando ya tienes que controlar 15.000», señala.
En definitiva, para él es mejor reorientar los recursos y dar facilidades que ayuden a romper la dinámica de meseta a ola y de ola a meseta en la que el país está inmerso.