La familia de Julio Ramírez busca respuestas ante la misteriosa muerte de este chico de 25 años tras una noche de fiesta. Los hechos ocurrieron el 20 de abril en Manhattan, cuando Julio salió de un bar gay y se montó en el asiento trasero de un taxi. Apareció muerto una hora después, sin sus pertenencias.
Julio Ramírez era trabajador social, y el 20 de abril quedó con un amigo para salir por el barrio de Hell’s Kitchen. Se trata de una conocida zona de bares y restaurantes muy frecuentada por el colectivo LGTBI. Las cámaras de seguridad captaron al joven saliendo de un local a las 03:17.
Iba acompañado por tres hombres desconocidos con los que se subió al taxi. Sin embargo, estaba solo en el asiento de atrás cuando a las 04:10 el taxista se acercó a una estación de policía para advertir que su cliente no reaccionaba. Más de un mes después, su muerte sigue siendo un misterio.
Más dudas que respuestas
Julio Ramírez murió a las 04:49 camino de un hospital mientras los agentes le realizaban las primeras tareas de reanimación. Apuntaron como presunta causa de la muerte una sobredosis de droga. Sin embargo están a la espera de las pruebas toxicológicas, que podrían tardar semanas en llegar.
Cuando Julio fue hallado muerto, no llevaba consigo ni la cartera ni el teléfono móvil. Durante los días posteriores a su muerte, alguien vació sus cuentas bancarias. Un mes después, su familia se sigue preguntando quiénes eran los tres hombres que salieron con él del bar y cómo murió.
La familia de Julio acusa a la policía de no estar haciendo todo lo posible para esclarecer la muerte de su hijo. La reconstrucción de las últimas horas con vida de la víctima han sacado a la luz nuevos y sorprendentes detalles. Sin embargo, un mes después de su muerte sigue habiendo más preguntas que respuestas.
Los últimos mensajes de teléfono
Los amigos de Julio Ramírez describen a este joven como agradable e inteligente que creía en el servicio a las personas vulnerables. Se había trasladado a vivir a Nueva York un año antes, después de haberse graduado. Vivía en Brooklyn, donde trabajaba como terapeuta en salud mental.
Además, el joven era un activista comprometido con los derechos de la comunidad LGTBI y solía frecuentar la zona de Hell’s Kitchen. En su última salida quedó con un amigo llamado Carlos Camacho, un ambicioso actor de 24 años. Según declaró, quedaron a las 19:00 horas y estuvieron en tres sitios diferentes.
A las 02:58 Camacho le dijo a Ramírez que estaba en otro bar cerca de allí, hacia donde se dirigió Ramírez. Este le mandó un mensaje diez minutos después diciendo que ya había llegado y que saliera, pero no obtuvo respuesta. A las 03:29, Ramírez envía un mensaje a Camacho preguntando si se ha ido a casa.
Quince minutos después, Carlos responde a Julio que efectivamente se encuentra en casa, y le pide que vaya. Pero su amigo ya no respondió. A las 12:10 del día siguiente le envió un mensaje preguntando qué había pasado, un mensaje que aparecía como “visto” aunque el joven ya estaba muerto.
Piden justicia para Julio
Julio Ramírez, de 25 años, fue visto por última vez saliendo del Ritz bar and Lounge junto con tres hombres. Su teléfono se apagó misteriosamente a la madrugada siguiente, 24 horas después de su muerte. Su cartera y su teléfono estaban desaparecidos, y alguien vació sus cuentas bancarias.
El hermano de la víctima se conectó a su computadora y observó que alguien había retirado 20.000 dólares de la cuenta. Un mes después sin obtener novedades sobre la investigación, la familia ha decidido hacer público el caso. Quieren hacer ruido para que la policía se mueva y resuelva el caso.
Mientras, la policía de Nueva York se excusa diciendo que están esperan los resultados de toxicología. De momento solo han confirmado la identidad de la víctima, pero no han dado más detalles. Julio fue enterrado en el cementerio de Nueva York el 30 de abril, sin que aún se sepa cómo murió.
Sus allegados han iniciado una campaña de presión bajo el nombre de “Justicia para Julio”. En una cuenta de instagram han dado detalles sobre lo ocurrido y han exigido que el caso se resuelva pronto: “Pedimos que difundáis la muerte de Julio César Ramírez, un gay latino asesinado en esta ciudad”.