Una nueva publicación de un estudio elaborado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, siglas en inglés) llamada 'Incendios: El daño en la Vida Salvaje', afirma que fueron alrededor de 3.000 millones de animales, entre mamíferos, reptiles, aves y anfibios, los que fueron víctimas de los devastadores incendios del pasado verano austral en Australia.
Especies en peligro de extinción, también calcinadas
De la actual cifra total, unos 143 millones corresponden a especies de mamíferos; 2.460 millones, a reptiles; 180 millones, a las aves, y 51 millones, a los anfibios. Australia, que posee una fauna única, alberga unas 300 especies nativas incluidos marsupiales como los canguros y los koalas.
Dermot O’Gorman, director ejecutivo de WWF-Australia, dijo en un comunicado que 'Los hallazgos del informe son impactantes. Es difícil pensar en otro evento natural en el mundo que se recuerde que haya desplazado a tantos animales. Esto se considera como uno de los peores desastres en la vida salvaje de la historia moderna'. Muchos animales que escaparon de las llamas tenían pocas probabilidades de sobrevivir, especialmente por la falta de alimentos, agua y una guarida, por lo que tuvieron que desplazarse a lugares ya ocupados y estar en condiciones más vulnerables frente a sus depredadores.
Casi 12 millones de hectáreas arrasadas
El daño de los incendios afecto a una área de 11,46 millones de hectáreas. Los resultados del informe suponen una llamada de atención para Australia y todos los países vulnerables a incendios extremos a raíz del impacto del cambio climático en la biodiversidad. Los incendios, bautizados en el país como el “Verano Negro” y que mataron a 34 personas, calcinaron un área similar a la de Uruguay y comenzaron en septiembre, antes del inicio del verano austral, y se prolongaron hasta finales de febrero.
Aun así, no ha sido la peor situación de incendios en Australia. El denominado “Sábado negro”, que se produjo el 7 de febrero de 2009 cuando las temperaturas se elevaron hasta más de 46ºC, los incendios fueron los más devastadores en cuánto a víctimas. Causaron 173 víctimas mortales, una tragedia considerada como el peor desastre natural de la historia moderna del país.