Las llamas se iniciaron en la primera planta y se extendieron por el edificio con inusitada rapidez. Eran las 23:20 horas de la pasada noche cuando los servicios de emergencia recibieron el aviso desde la residencia pública de ancianos de Moncada (Valencia). El balance final: seis muertos, decenas de heridos, caos y tensión.
La investigación, aún en ciernes, ha establecido como principal hipótesis un cortocircuito en el equipo de oxígeno medicinal. Ese habría sido el origen de las llamas que han puesto en jaque a los ochenta ancianos que estaban en el centro en aquellos momentos. Inicialmente se notificó la muerte de cinco de ellos, aunque ahora se ha sumado otra víctima.
Además hay decenas de afectados, catorce de los cuales han sido ingresados con síntomas de intoxicación. El rescate de los residentes se ha producido en medio de una gran tensión. El trágico suceso se produce en una residencia maldita, que ya vivió un hecho dramático parecido en 2008.
Desolación y tensión entre los familiares
El incendio declarado en este centro de Moncada, un geriátrico gestionado por Gesmed, ha provocado momentos de gran tensión. Varios ancianos han tenido que ser evacuados en silla de ruedas por sus problemas de movilidad. Los propios trabajadores del centro han iniciado las labores de rescate hasta que han llegado los bomberos.
Al enterarse de lo ocurrido, varios familiares se han acercado hasta el lugar donde se ha desatado el caos. “¡Mi padre ha muerto, mi padre ha muerto!”, repetía desconsolada una mujer en los aledaños. Otros familiares preguntaban a los policías por sus familiares y aguardaban la respuesta impacientes.
“Gracias a Dios está bien, me han dicho que está en su habitación descansando, sano y salvo”, explica un hombre en Las Provincias. Pero no todos han tenido la misma suerte, y cerca de él una mujer llora amargamente la muerte de su padre. El dolor y la preocupación se mezcla con la impotencia de policías, bomberos y sanitarios.
Un rescate agónico
Guardia Civil y Policía Local han sido los primeros en llegar y han iniciado las labores de rescate junto a los trabajadores del centro. Luego han llegado cinco dotaciones de Bomberos. Pero las llamas ya estaban muy extendidas y, además, algunos ancianos no podían moverse por sus propios medios.
El lugar se ha llenado de agentes de policía y bomberos entrando y saliendo con los ancianos a cuestas. Varios efectivos han tenido que salir al exterior para coger aire, y entre ellos algunas también han tenido que ser atendidos. A pesar de su esfuerzo titánico, no han podido evitar la muerte de seis residentes.
“Estaba muy extendido, era imposible”, decía uno de ellos después de sofocar las llamas. El interior del edificio se había convertido en una gran bola de humo negro. A la espera de los resultados de las autopsias, la principal hipótesis es que las víctimas mortales han fallecido por intoxicación al inhalar el humo.
Podría haber sido peor
Mientras policías y bomberos trataban de salvar el máximo de vidas posible, la noticia del incendio se extendía por el pueblo con rapidez. Poco a poco van llegando los coches de los familiares que buscan desesperadamente una buena noticia. Pasadas la una de la madrugada, el fuego se declara extinguido.
“Afortunadamente, el sistema de extinción de incendios ha funcionado bien y ha evitado que se extienda a todo el centro, porque si no hubiera sido un drama”. Así lo explica José María Ángel, secretario autonómico de Seguridad y Emergencias. También ha confirmado que hay una investigación en marcha y una primera hipótesis.
Tras la extinción del incendio se ha procedido a ventilar el edificio, mientras la autoridad judicial procedía al levantamiento de los cadáveres. Servicios funerarios han accedido mediante una escalera exterior a la habitación donde se han iniciado las llamas. Allí yacían los cuerpos de dos víctimas mortales.
Una residencia maldita
La tragedia se ha vuelto a cebar con este geriátrico donde ya se declaró un grave incendio en 2008. En aquella ocasión, una anciana de 87 años prendió fuego al colchón de su habitación y se quitó la vida lanzándose al vacío desde un segundo piso. Varios ancianos resultaron intoxicados, aunque no hubo que lamentar más muertos.
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Pasadas las cuatro de la madrugada, en el lugar ya no quedaba prácticamente nadie. Se han sucedido las muestras de dolor y consternación por el trágico suceso, a medida que se ha ido conociendo. El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ha modificado su agenda para desplazarse hasta el lugar.
“Ha sido una noche muy triste para todos”, ha expresado, que ha mostrado todo su apoyo a los familiares y a la localidad. Moncada ha decretado tres días de luto, durante los cuales las banderas ondearán a media asta. Ximo Puig y la alcaldesa de Moncada están en permanente contacto para conocer la evolución de los heridos.