«Adiós, familia. Nos dirigimos a casa por ahora», rezaba el mensaje que escribió Raith Windania en sus redes sociales junto a una imagen de ella y tres de sus hijos a bordo del avión en el que ponía fin a sus vacaciones.
Unas palabras que fueron desafortunadamente acertadas para el desgarrador acontecimiento que estaba a punto de suceder.
El pasado sábado, 9 de enero, Raith Windania y su familia viajaban de vuelta a su casa tras unas vacaciones en un Boeing 737-500. Pero tan solo cuatro minutos después de despegar, el avión perdió más de 3.000 metros y se precipitó contra el Mar Java.
Justo antes del despegue, la mujer publicó en las historias de su cuenta de Instagram una fotografía junto a tres de sus hijos y con un mensaje de despedida que ahora ha conseguido dejar la piel de gallina a todo el mundo.
Irfansyah Riyanto, el hermano de Raith, ha explicado a los medios locales que se siente «impotente» por el accidente que ha sufrido su familia porque ellos no debían en estar en ese avión, tendrían que haber cogido un vuelo anterior operado por la unidad NAM Air de Sriwijaya y no tiene claro por qué se realizó el cambió. «Solo nos queda esperar y esperar tener alguna información pronto».
Su hermana y dos de sus hijos estuvieron tres semanas de vacaciones. «Yo fui quien los llevó al aeropuerto, ayudé con el check-in y el equipaje… Siento que todavía no puedo creer esto, y que pasó demasiado rápido».
A pesar de esto, todavía mantiene esperanzas de poder recibir buenas noticias sobre sus padres —que también viajaban en el Boeing 737-500—, sus sobrinos y su hermana.
Además, Irfansyah Riyanto pidió a los seguidores de sus redes sociales que rezaran por su Raith Windania y por sus hijos.
No hay esperanza de encontrar a alguien con vida
El avión despegó del aeropuerto de Jakarta a las 14.36 horas de la isla de Java (Indonesia) y tan solo unos minutos después, a las 14.40, se perdió del radar.
La aeronave no emitió ninguna señal de alarma previa e incluso el piloto había informado de que iba a ascender hasta la altura autorizada por la torre de control.
«Escuchamos algo explotar, pensamos que era una bomba o un tsunami, ya que después de eso vimos el gran chapoteo del agua», explicó un pescador que se encontraba por la zona donde se precipitó el vehículo.
«El avión cayó como un rayo en el mar y explotó en el agua. Fue bastante cerca de nuestro barco. Algunos restos casi nos golpean».
Tras varias horas de búsqueda, a primera hora del domingo consiguieron dar con el lugar exacto donde cayó el avión. Desde entonces varias embarcaciones se encuentran en la zona investigando la zona, intentando recuperar las partes de la aeronave para descubrir qué fue lo que sucedió y tratar de recuperar los cuerpos de los individuos que estaban dentro.
Dentro del avión había 62 personas, 56 pasajeros, entre ellos 3 bebés, 7 niños, y los miembros de tripulación. A pesar de las esperanzas que mantiene el hermano de Raith Windania, los operarios de rescate han descartado la posibilidad de encontrar a algún pasajero con vida.
Junto a los primeros restos del avión, también se encontraron los primeros restos mortales. «Esta mañana hemos recibido dos bolsas, una con las pertenencias de los pasajeros y la otra con partes de cuerpos», explicó Yusri Yunus, portavoz de la policía de Yakarta, a la cadena Metro TV. Para poder identificar a los fallecidos, los expertos han empezado a pedir a las familias muestras de ADN.